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DROGAS

España es el país de la UE con un consumo más alto de cocaína

Por Covadonga de la CuestaTiempo de lectura1 min
Sociedad21-11-2001

La cocaína deja de ser la droga de unos pocos y sale a la calle. Las clases altas han dejado de ser su público objetivo. Que España sea el principal receptor de coca procedente de Europa y que su precio sea menor que en otros países ha contribuido a que sean los jóvenes españoles sus principales receptores.

A diferencia de otros países de la Unión Europea donde el precio supone un obstáculo, en España, una dosis de cocaína puede conseguirse por 2.000 pesetas (unos 12 euros), mientras que el gramo se sitúa en torno a las 10.000 pesetas (unos 60 euros). Además, la coca que entra en España cuenta con una pureza del 56 por ciento. Todo esto la convierte en una droga atractiva en el círculo de consumidores potenciales. Pero el consumo no se ha generalizado entre los españoles, sino específicamente en determinadas regiones, grupos de edad y entornos. El consumo entre los habitantes de 15 a 65 años permaneció constante desde 1995 a 1999. Sin embargo, llama la atención que en los escolares de 15 y 16 años se ha duplicado el consumo, pasando del 2,4 por ciento al 4,8 por ciento, en aquellos adolescentes que sólo probaron alguna vez el polvo blanco, y del 1,7 por ciento al 4,1 por ciento en aquellos que lo han consumido en los últimos años. Georges Estievenart, director del OEDT, explica que "el perfil del consumidor ha cambiado. Ya no es de uso exclusivo de una élite social y se suele mezclar con otras drogas". En otras ciudades sólo el cannabis supera al consumo de cocaína y después le siguen las drogas de diseño, como anfetaminas o éxtasis. El incremento del consumo del polvo blanco ha convertido a España en el país comunitario con mayor porcentaje de tratamientos de desintoxicación como consecuencia de la ingestión de esta droga (un 17 por ciento del total de tratados). Pero, como ha explicado el OEDT, esa demanda puede estar vinculada a "la oferta de cada país, la mejora de los servicios y la sensibilidad de los Gobiernos para tratar las toxicomanías".