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IRÁN

Teherán espera recoger “los frutos” de la liberación de los 15 militares

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura4 min
Internacional08-04-2007

Era de incautos pensar que la detención y retención por parte de Irán de los 15 militares británicos era una cuestión de territorialidad. Teherán no se esfuerza en ocultar que ahora espera recoger “los frutos” de la polémica internacional generada en las últimas semanas y que Londres proceda “de una forma positiva” en la región. En medio de un cruce de acusaciones de montaje, el régimen ayatolá no duda en apelar a la “influencia” de Londres para suavizar la tensión en torno a su controvertido programa nuclear.

“Nosotros desempeñamos nuestro papel y mostramos nuestra buena voluntad. Ahora corresponde al Gobierno británico proceder de una forma positiva”. Las intenciones de Teherán quedan claras en una entrevista al embajador iraní en Reino Unido, Rasoul Movahedian, en el Financial Times, en la que reclama sin ambages un “gesto de buena voluntad” de Londres. Aunque asegura que la retención de los 15 militares británicos nada tiene que ver con la captura de cinco guardianes de la Revolución de Irán por parte de tropas de EE.UU. a principios de año, Movaheidan señala: “nos satisfaría cualquier paso que pudiera disminuir las tensiones en la región”. “Es el momento adecuado para que el Gobierno británico afirme su voluntad de establecer líneas de comunicación sensatas con Irán”, remacha. Con todo, Teherán alude directamente a su intención de recoger “los frutos” de su decisión de liberar a los 15 militares británicos, especialmente en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde espera ver reconocido su derecho a desarrollar la energía atómica. “Ese es el asunto primordial para Irán. Creo que eso podría establecer una nueva base para nuestras futuras relaciones con los países occidentales”, alega el diplomático. Cruce de acusaciones Y la declaración de intenciones de Irán llega en medio de un cruce de acusaciones entre Teherán y Londres en el que la palabra “montaje” es la más utilizada. La primera vez que se arrojaron el vocablo fue en los intentos, por ambas partes, de demostrar que los militares se encontraban en aguas iraquíes -según Londres- o iraníes -según Teherán-. Pero, después de mostrar imágenes de los militares sonrientes, comiendo e incluso pidiendo perdón por su invasión de aguas iraníes, Teherán arremete ahora contra el cambio de opinión de los liberados al pisar su tierra. “Sufrimos una constante presión psicológica”, denunciaron los soldados en una rueda de prensa, donde aseguraron que patrullaban aguas iraquíes y que fueron aislados y amenazados para autoinculparse. “Semejantes maniobras montadas no pueden encubrir el error cometido por el personal militar británico que ingresó ilegalmente en territorio iraní”. La contundente respuesta llegaba desde el Ministerio de Exteriores de Irán, desde donde se calificaron las declaraciones de los militares de “propaganda teatral” para encubrir “el error de los soldados”. De fondo, una entrevista realizada por la cadena británica Sky News a Chris Air, capitán de los 15 soldados liberados por Irán. Realizada el 13 de marzo, la entrevista no fue hecha pública por la cadena por miedo a poner en riesgo la seguridad de los militares retenidos o que Teherán se sintiera con argumentos para juzgarlos. La cautela no es para menos. En la entrevista, el capitán reconoce que, entre los objetivos que se persiguen con sus patrullas en la frontera marítima entre Irán e Iraq es “recabar información de inteligencia” sobre el régimen ayatolá. El secretario de Defensa británico, Des Browne, no hizo más que confirmar esta información al señalar que estas labores de inteligencia son importantes para “mantener a la gente a salvo”. Disculpas o diplomacia Pese a todo, la crisis abierta por la detención de los 15 militares se halla en sus últimos coletazos. Tras su liberación el pasado 4 de abril, será muy difícil averiguar cuánto de diplomacia y cuánto de negociación -con las contraprestaciones que se incluyen en el término- ha habido en la crisis abierta entre Londres y Teherán. Según el consejero del ayatolá Alí Jamenei en asuntos internacionales, Irán ha logrado sus “objetivos” en la disputa. “Irán estableció la condición de que Reino Unido aceptase que hubo una violación de las aguas iraníes y ofreciera sus disculpas. El martes recibimos la carta de disculpa”, aseguró Alí Akbar Velayati a un canal de televisión iraní. Evidentemente, desde Londres, se niega la mayor. El propio primer ministro británico, Tony Blair, subrayó que la liberación se produjo “sin ninguna transacción” sin “acuerdo de ninguna clase”. Es más, el premier respondió indirectamente a la recolecta de “frutos” que espera Teherán: “la Comunidad Internacional tiene que mantenerse absolutamente firme a la hora de hacer cumplir su voluntad, ya sea en relación con las armas nucleares como el apoyo de cualquier sector del régimen iraní al terrorismo”. Frente a la versión iraní, la versión de Blair en torno al contencioso quedó clara con sus agradecimientos: “a nuestros aliados en Europa, en el Consejo de Seguridad de la ONU y también a nuestros amigos y aliados en la región”. Y un último mensaje al “pueblo iraní: no os guardamos ningún rencor”.