RELACIONES EXTERIORES
España inicia una nueva etapa con Cuba sin el apoyo del PP ni la disidencia
Por Angie Rigueiro
2 min
España06-04-2007
Algunos lo han visto como un balance positivo; otros, como una irresponsabilidad. Una vez más, opiniones enfrentadas entre Gobierno y Partido Popular. El viaje del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a Cuba fue el motivo. Pero en esta ocasión, el Ejecutivo se ha enfrentado con otra oposición: la disidencia cubana que ha plantado cara a la diplomacia española al cuestionar la conveniencia de la visita.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, subrayó que han decidido aceptar “recibir cooperación del gobierno español” tras cuatro años de interrupción porque “España se ha apartado de un camino de imposiciones, de condicionamientos políticos a Cuba”. Pero lo que ha dejado bien claro el Canciller cubano es que no se abordará el asunto de los presos políticos. Ambos ministros firmaron un acuerdo por el que se han comprometido “a iniciar negociaciones para la búsqueda de soluciones mutuamente aceptables al tema de la deuda oficial, incluyendo la apertura de facilidades para el financiamiento al comercio exterior”. Todo ello, podría favorecer la presencia de empresas españoles en Cuba y además, la cooperación de España en materia de desarrollo y otros terrenos. El ministro de Exteriores ha quedado encantado con el trato recibido en la isla: “He encontrado un vicepresidente cordial, que conoce bien la situación, que sabe lo que quiere, que está convencido de que la nueva etapa que se abre con las relaciones con España va a dar resultados. He encontrado una actitud de comprensión y de voluntad de trabajar juntos”. Sin embargo, pese a que el PSOE lo ha valorado como un viaje positivo, la disidencia cubana ha criticado duramente a Moratinos y su estrategia para el acercamiento político con las autoridades. Además, la oposición cubana ha considerado como una falta de respeto que el ministro español cerrara su viaje sin haberse reunido con ellos. Un miembro de su delegación, el director general para Ibereoamérica, Javier Santodomingo, permaneció en La Habana para mantener un encuentro con los miembros de la disidencia y las Damas de Blanco, mujeres familiares de presos. Gran parte de ellos rehusaron reunirse con él al encontrarse molestos con la actitud de España en su país. En cambio, la disidencia moderada, representada por los socialdemócratas, acudió al encuentro y resaltó lo positivo del viaje. El Partido Popular considera un “irresponsabilidad” la visita de Moratinos a Cuba y ha tachado el resultado como una “vergüenza” para España, por considerar que respaldó al gobierno de Fidel Castro mientras eludió el encuentro con los disidentes. El secretario general, Ángel Acebes, afirmó que el viaje “ha representado el apoyo a la continuidad del régimen castrista, en lugar del apoyo a la transición democrática”. El PP pedirá la comparecencia de Moratinos en el Congreso para que explique sus encuentros en Cuba. En una actitud diametralmente opuesta, Izquierda unida ha considerado el balance del viaje como sumamente positivo.