SECTOR PESQUERO
La Unión Europea da el ‘sí’ a las ayudas pesqueras
Por Asún Losada1 min
Economía24-11-2001
El Consejo de Ministros de Presupuesto, celebrado el pasado miércoles en Bruselas, finalizó, tras 11 horas de negociación, con el pacto entre el Consejo de la UE, la Eurocámara y la Comisión Europea por el que 400 barcos y 4.300 pescadores españoles y portugueses se verán beneficiados con 170 millones de euros (28.000 millones de pesetas) para la reconversión de su flota pesquera en el año 2002.
Fue la Comisión Europea la que propuso compensar al sector pesquero ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Marruecos. El Consejo de Ministros de Presupuesto, con una declaración de compromiso, prometió destinar, además, otros 27 millones de euros, unos 4.500 millones de pesetas, para el calendario pesquero del 2003. El acuerdo se traduce en un plan de apoyo a los pescadores peninsulares y la total reestructuración de la flota. Este acuerdo beneficia sobre todo a España, que cuenta con una previsión de crecimiento para el año 2002 que apenas supera el dos por ciento. Las ayudas se han podido financiar gracias a un mecanismo presupuestario conocido como "instrumento de flexibilidad" por el que la Unión Europea puede otorgar hasta un máximo de 200 millones de euros (33.277 millones de pesetas) para casos especiales. La Unión Europea ha dado un paso que se considera vital en la economía de estos dos países, que llevan a la espera de una solución desde la cumbre celebrada en Rabat en el año 1999, en la que no se llegó a ningún acuerdo. Pero el paso definitivo se dará cuando los ministros de pesca y la votación de la Eurocámara den el visto bueno al pacto en la sesión plenaria que se celebrará en diciembre. Otro de los temas tratados en el Consejo ha sido la financiación de nuevas vías para la futura reconstrucción de Afganistán. Tema que, por el momento, ha quedado aplazado debido a la inestable situación del país. También se habló de los problemas que implica la expansión de la Unión Europea a nuevos países, expansión que preocupa sobre todo a Austria y Alemania, que piden una respuesta a su exigencia de flexibilizar las fronteras.