Una nueva Estella con sus viejos protagonistas
Por Mª Jesús Torres1 min
España17-11-2001
En septiembre de 1998 la situación en el País Vasco era parecida a la actual. Allí se movían una serie de fuerzas nacionalistas junto a las no nacionalistas en busca de la deseada paz. El lehendakari era miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV), pero no se llamaba Juan José Ibarretxe, sino José Antonio Ardanza, y había empezado el año, en el que se cumplía el décimo aniversario de Ajuria Enea, con la propuesta de emprender un "diálogo político resolutivo". Igual que ahora, ETA mataba.
A principios de septiembre la situación dio un vuelco. El mes empezó con la integración de Herri Batasuna (HB) en Euskal Herritarrok (EH), hoy simplemente Batasuna. Poco después, el 12 de septiembre, se firmaba la Declaración de Estella y a los pocos días ETA declaraba una tregua indefinida. El Pacto de Estella nacía con el nombre de Foro de Irlanda, en clara referencia al acuerdo de paz al que había llegado en abril Irlanda del Norte. El Foro se reunió por primera vez en junio de 1998. La declaración la suscribían HB, PNV, Eusko Alkartasuna (EA), IU, los sindicatos ELA (Solidaridad de Trabajadores Vascos) y LAB (Asamblea de Trabajadores Patriotas),y las agrupaciones sociales Bakea Orain, Elkarri, Senideak, Herria Eliza 2000 y Gestoras Pro Amnistía. La suya constituía una propuesta para abordar el problema vasco mediante dos fases de diálogo con ETA. Para que esas conversaciones se hicieran efectivas eran necesario que se hicieran "en unas condiciones de ausencia permanente de la violencia". Inmediatamente después, ETA declaraba una tregua indefinida que duraría hasta noviembre de 1999. El Pacto de Estella duró lo que duró la tregua. Así lo afirmó el presidente del PNV, Xavier Arzalluz aquel noviembre: "Ni PP ni PSOE van a conseguir romper Estella. No hace falta porque ya lo ha roto ETA". Hoy, los interlocutores siguen siendo los mismos, aunque algunos hayan cambiado de nombre o haya sido puesto en entredicho su vinculación directa con la banda terrorista, como es el caso de Gestoras Pro Amnistía. En aquel septiembre de 1998 estaban presentes los dos sindicatos vascos ELA y LAB, los mismos que mantuvieron el reciente encuentro para reeditar el pacto de Estella. Y el PNV también estaba.