ACCIDENTE AÉREO
Un error de 15 segundos pudo causar la caída del avión de Nueva York
Por Olga García Reguera
1 min
Sociedad12-11-2001
“¡Oh, no, Dios mío, no otra vez!”, afirmó el alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, al enterarse de que esa misma mañana un Airbus A-300 de American Airlines, que cubría la ruta hacia Santo Domingo y que había despegado cuatro minutos antes de lo previsto del aeropuerto JFK con 260 personas a bordo, se había desplomado sobre una área residencial de Rockaway Beach, en el distrito de Queens. El avión se había comenzado a descomponer en el aire.
Uno de los motores del aparato cayó en una gasolinera, un ala fue hallada en el mar y el resto de las piezas quedaron desperdigadas por la zona residencial de Queens, causando grandes desperfectos. Al menos doce casas fueron destruidas totalmente, los incendios se cobraron nueve victimas mortales más. "Este es un día increíblemente triste. No tenemos aún ninguna idea sobre las causas de la catástrofe, pero ha ocurrido en el peor momento para los Estados Unidos y para las líneas aéreas", confesó Donald Corty, presidente de American Airlines. El mundo todavía no se había recuperado del atentado del 11 de septiembre y Nueva York recibía otro gran impacto. Los funcionarios a cargo de la investigación de las cajas negras del avión atribuyen el accidente a un error de 15 segundos, intervalo entre su despegue y el del aparato que le precedía. Un error mortal. Por razones desconocidas, sea por un fallo de la torre de control o de los pilotos, el intervalo se redujo notablemente. El vuelo de American Airlines seguía muy de cerca a otro de Japan Airlines, mucho más pesado y que tardó más de lo previsto en iniciar su maniobra. El tiempo entre los dos despegues quedó reducido a un minuto y 45 segundos. Suficiente para que la corriente de aire generada por el aparato japonés desestabilizara completamente al Airbus 300, mucho más ligero.