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ECONOMÍA MUNDIAL

El FMI rebaja por segunda vez el crecimiento económico mundial

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura1 min
Economía16-11-2001

Si para el 2001 se esperaba un crecimiento mundial del 2,6 por ciento, ahora el Fondo Monetario Internacional prevé que sólo se crecerá un 2,4. Y si el año que viene se pensaba en un 3,5 por ciento, ahora el crecimiento económico mundial para el 2002 queda en otro 2,4 por ciento. Es decir, un 1,1 por ciento de retroceso económico a escala mundial para el próximo año.

Es la segunda vez que el FMI rebaja las previsiones de crecimiento desde el atentado del 11 de septiembre, la primera fue el 27 del mismo mes. En principio, para este año las pérdidas son leves, de sólo un 0,2 por ciento. Lo que preocupa es la drástica bajada del crecimiento para el próximo año. De un 3,5 por ciento, a un 2,4. El FMI se niega a hablar de recesión, pero muchos economistas aseguran que con un crecimiento global menor al 2,5 por ciento se puede hablar ya abiertamente de recesión. Horst Köhler, director gerente del FMI, se aleja de estas teorías asegurando que aunque la situación es claramente difícil, a la vez es “manejable”. Por zonas y mirando a los países desarrollados, Japón y EE.UU. son los que más pierden para el año que viene, ambos bajan su previsión de crecimiento un 1,5 por ciento. Pero la peor parte se la lleva Japón, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se mueve en cifras negativas, el país nipón es la cuarta vez que entra en recesión en 10 años. Europa, según el FMI, rebajará su crecimiento en un 0,7 por ciento y España lo hará en un 0,5 por ciento, lo que significa seis décimas por debajo de las previsiones hechas por Aznar para el 2002 en los Presupuestos Generales del Estado. Köhler sugirió que tanto la Reserva Federal de EE.UU, como el Banco Central Europea podían bajar los tipos para así reanimar la economía. Según el director gerente, la falta de presiones inflacionistas hace posible esa vía como solución. En cuanto a Japón, sugirió que inyectase más liquidez para así para así hacer frente a la deflación –bajada de precios-.