HISTORIA
El arsénico nunca miente
Por María Ayuda2 min
Cultura07-01-2007
El descubrimiento de un relicario con fragmentos de algunas vísceras pertenecientes a un hombre y una mujer en la Iglesia de Santa María de Bonistallo, en Florencia, fue la principal pista a seguir.
El análisis de ADN y el cotejo con los restos del heredero de los Médici revelaron que aquellas eran las vísceras de Francesco I, miembro de la influyente familia Médici. Con respecto a los restos de la mujer, se presume pertenecían a Blanca Cappello, la que fuera su esposa, aunque aún no se ha encontrado su cuerpo, pues no fue enterrada en el panteón familiar. Hasta aquí, las investigaciones no parecen salirse del protocolo de cualquiera de los estudios históricos que hoy en día se siguen haciendo sobre la familia Médici. Una familia que durante los siglos XIII y XVII produjo figuras tan influyentes como Papas, dirigentes políticos de Florencia y miembros de la familia real de Francia e Inglaterra. Sin embargo, la aparición de restos de arsénico en el análisis toxicológico de las vísceras ha cambiado el curso de la historia de esta dinastía. Según los estudios de profesores y forenses italianos de las Universidades de Florencia y Pavía, la tarde del 8 de octubre de 1587, después de un día de caza, Francesco I, de 46 años, caía enfermo con fuertes dolores abdominales. Poco después, su mujer Blanca, de 39 años, acusaba los mismos síntomas. El heredero de la familia Médici murió tras 11 días de agonía y su mujer, Blanca, sólo 11 horas más tarde, convirtiéndose estas muertes en todo un misterio histórico. Ahora, el análisis toxicológico de las vísceras ha revelado una presencia de arsénico capaz de producir los síntomas que sufrieron el matrimonio Médici y su muerte repentina. Las principales sospechas han recaído siempre en el hermano pequeño de Francesco, el cardenal Fernando I, que con su muerte heredó la corona ducal en 1587. Esto además le permitió abandonar el capelo cardenalicio y contraer matrimonio con Cristina de Lorena. El mismo Fernando I fue el encargado, para acallar entonces los rumores que le acusaban, de ordenar la autopsia de su hermano y de publicar los resultados, que concluyeron que los cónyuges murieron de "malaria perniciosa". Este descubrimiento forma parte del llamado Proyecto Medici, que pretende acercarnos las costumbres y modos de vida de la poderosa familia del Renacimiento, así como desvelar los misterios que la rodean. De momento, el informe científico que resuelve este primer misterio ya se ha dado a conocer y dará paso a la publicación de un libro que se publicará a finales de este mes en Italia.