RALLY LISBOA-DAKAR

Aumentan los kilómetros, crece la emoción

Por Jesús Rosell3 min

Deportes07-01-2007

La edición 2007 del rally Dakar se presenta con más kilómetros y más emoción que nunca. Los pilotos, incluso los más expertos, miran con escepticismo lo que les depararán los desiertos y las dunas. La gran variedad en el recorrido y la dureza de las etapas supondrán un añadido más al espectáculo, siempre asegurado.

Primera etapa: Lisboa-Portimão (464 km.). Aquí llega la primera sorpresa de esta edición: la arena. En otras ediciones del Dakar las etapas de arena no llegaban hasta que los pilotos no se acercaban a la playa. También aparecen bosques de pinos y alcornoques. Segunda etapa: Portimão-Málaga (545 km.). El rally de despide de Portugal con una etapa dura pero rápida. La montaña entra en escena y la dureza del suelo hará más incómodo el pilotaje para los participantes. Los barrancos ponen la nota peligrosa, por lo que habrá que ir con cuidado. Tercera etapa: Nador-Er Rachida (648 km.). El laberinto de pistas y los cambios de navegación darán más de un quebradero de cabeza a los pilotos. Los oueds, ríos del norte de África, obligan a reducir la velocidad. Cuarta etapa: Er Rachida-Ouarzazate (679 km.). Es la primera gran etapa del Dakar. Las dunas complican mucho el recorrido y los participantes tendrán la oportunidad, y casi la necesidad, de poner en práctica su habilidad con el vehículo. Quinta etapa: Ouarzazate-Tan Tan (768 km.). La navegación será tan variable que los corredores recibirán un atlas como ayuda para poder elegir recorridos diferentes. Paisaje lunar espectacular que deleitará a los que les gusten las dunas y los cambios de nivel. Sexta etapa: Tan Tan-Zouerat (817 km.). Ya en terreno de Mauritania se produce la etapa más larga del rally. Tanto es así que los pilotos tendrán que elegir el camino más preciso y fácil para economizar combustible. Es necesario incluso salirse de las pistas. Séptima etapa: Zouerat-Atar (580 km.). El cansancio comienza a hacer mella en los corredores y esta etapa de casi 600 kilómetros no ayuda a descansar. Es por eso que el día de descanso que sigue a esta etapa se recibirá como una salvación. Octava etapa: Atar-Tichit (626 km.). El camino presenta balizas y caminos rocosos. La atención tendrá que ser máxima y habrá que tener paciencia para encontrar el oasis. En Tichit no se permiten vehículos de asistencia. Novena etapa: Tichit-Nema (497 km.). El desierto que acompaña a los corredores a lo largo del día se hará interminable. Es imprescindible llegar a la meta antes de que anochezca, para evitar peligros inesperados que compliquen la continuidad en el rally. Los puntos de referencia están modificados. Décima etapa: Nema-Nema (400 km.). La vida de los poblados y los bosques de Mali son la gran novedad. El cambio de condiciones, con el barro como mayor preocupación a priori, marca una jornada de transición hacia las grandes etapas del África negra. Undécima etapa: Nema-Ayoun (280 km.). Esta corta etapa no supondrá grandes problemas a los pilotos, ya que no aparecen demasiados obstáculos. Será el momento de coger fuerzas para el resto de pruebas. Duodécima etapa: Ayoun-Kayes (484 km.). El Dakar se despide de Mali con una etapa muy complicada. La imprevisible ubicación de las dunas será la gran prueba a superar e nesta ocasión. No habrá lugar al descanso. Décimo tercera etapa: Kayes-Tambacounda (458 km.). La entrada en Senegal trae consigo una etapa que se disputa a casi mil metros de altitud. Todo ello por pistas estrechas, en las que el polvo promete dificultar enormemente los adelantamientos. Se pondrá a prueba la complicidad entre el piloto y la máquina. Décimo cuarta etapa: Tambacounda-Dakar (576 km.). Por fín llegan los corredores a Dakar. La última especial con posibilidad de que haya cambios relevantes en la clasificación presenta numerosos cambios de dirección que obligan a la pericia en la orientación y la lectura de las notas de ruta para no salirse de las pistas. Décimo quinta etapa: Dakar-Dakar (93 km.). Es tiempo para la exhibición en la playa. Los coches parten de dos en dos y las motos de cuatro en cuatro. La visión del Lago Rosa, el momento más deseado, es para algunos el verdadero triunfo en su aventura. Para ellos la vuelta al lago, de 31 kilómetros, es un paseo. Para algunos insatisfechos aún puede servir para arañar algunos segundos.