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IRAQ

Bush reconoce ante un líder chií su insatisfacción con la situación de Iraq

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura1 min
Internacional10-12-2006

El presidente de EE.UU., George W. Bush, reconoció el pasado lunes ante uno de los líderes chiís iraquíes más influyentes, Abdul Aziz al Hakim, que no está satisfecho con los intentos llevados a cabo para frenar la violencia en Iraq.

Ambos líderes se reunieron en la Casa Blanca para analizar la grave situación que atraviesan los iraquíes y buscar una salida a la creciente violencia que están viviendo. Tras el encuentro, Al Hakim manifestó su oposición a cualquier esfuerzo internacional para resolver el problema de Iraq. Asimismo declaró que “la situación de su país debe ser resuelta por los propios iraquíes con la ayuda de sus aliados.” Al mismo tiempo, el presidente estadounidense explicó que la conversación había sido muy constructiva, asegurando a Al Hakim que su Gobierno “apoya su trabajo y el del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para unificar el país”. Bush también resaltó la necesidad del Gobierno iraquí de proteger a su país de los “extremistas y los asesinos." "Para unificar a Iraq es necesario que los líderes electos y los líderes de la sociedad rechacen a los extremistas que están tratando de impedir el desarrollo de esta democracia incipiente”, explicó Bush. Para el líder chií hay algunos que procuran “mostrar las luchas sectarias, en un intento para debilitar la posición de Iraq”. En este mismo sentido, el embajador de EE.UU. en Iraq, Zalmay Khalilzad, y el jefe de las tropas estadounidenses en la zona, el general George Casey, “imploraron” a los iraquíes que no se conviertan en “títeres de aquellos que buscan destruiros”. Antes de la reunión con Bush, Al Hakim se encontró con la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, para hablar sobre temas de seguridad.