ETA
Zapatero reconoce que las sentencias contra ETA son un problema
Por Enrique García García 2 min
España10-11-2006
El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido que las sentencias contra etarras mientras dure el proceso de paz pueden ser “una complicación” para alcanzar un final dialogado de la violencia.
Lo hizo después de que la Audiencia Nacional decidiera en el juicio que se lleva actualmente contra el etarra José Ignacio de Juana Chaos. El que fuera uno de los más sanguinarios miembros de la banda ha iniciado una nueva huelga de hambre en señal de protesta, y pedido ser trasladado a aislamiento en la prisión para disipar dudas sobre el cumplimiento de esta. Zapatero hacía así referencia a la actitud que en lo últimos tiempos vienen adoptando miembros del entorno abertzale como el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, que hablan de estancamiento y de paralización del proceso de paz y culpan de ello a las instancias judiciales por no interrumpir ni condonar los procesos contra etarras ni por actos de kale borroka. Y es que el concepto de separación de poderes se ha difuminado en los últimos tiempos en función de la voz que lo mencione: los abertzales parecen creer que el Gobierno (poder ejecutivo) tiene un control, que se niega a ejercer, sobre los tribunales (poder judicial) y que ello le conferiría la potestad de detener lo que son, rigurosamente, juicios contra individuos acusados de asesinato y cargos relacionados. Desde la oposición del Partido Popular (PP) se ven, sin embargo, signos de lo contrario en el continuo desfile de fiscales que ha producido el juicio a De Juana Chaos. Esta sucesión anormal de funcionarios designados para un mismo puesto ha sido vista como una presión directa del Ejecutivo para evitar que una eventual sentencia contra el terrorista se convirtiera en un problema político. Zapatero, blanco de las críticas de ambos bandos, se ha defendido de unos y otros: contra las amenazas de Batasuna el presidente recuerda el hecho de que la administración de justicia no puede paralizarse por ninguna causa política. Respecto a las acusaciones del PP, aseguró que la justicia sigue funcionando correctamente, como demuestran las quejas recibidas desde el entorno de la banda, y que él no piensa “acercar ningún preso antes de la entrega de las armas por parte de ETA” en alusión al intento de paz dialogada que tuvo lugar durante la minoría parlamentaria del Gobierno Aznar (1995-1998).