ESTADOS UNIDOS
La ‘cortina de humo’ de Rumsfeld
Por Miguel Martorell2 min
Internacional12-11-2006
Con Iraq como principal motivo para la derrota republicana en las elecciones, la dimisión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, parecía una consecuencia directa de los comicios. Sin embargo, la decisión de anunciarlo tan sólo unas horas antes de la comparecencia del presidente George W. Bush para hacer valoración de las elecciones hace suponer que no es sólo una consecuencia de los resultados.
La dimisión de Rumsfeld ha suavizado el golpe republicano tras las elecciones en los medios y centró la comparecencia de Bush ante la prensa, que se suponía era para hacer una valoración de los resultados del 7 de noviembre. “Es hora de olvidar los resultados de las legislativas y mirar hacia delante”, fue la primera frase de Bush en la rueda de prensa. La dimisión de este halcón de la Casa Blanca ha supuesto toda una cortina de humo frente a los malos resultados de los republicanos en las elecciones y, al mismo tiempo, un golpe de efecto ante el electorado. Washington parece ser consciente, con este gesto, de que su política en Iraq no ha dado los resultados esperados, al menos para el público. La salida de Rumsfeld no se la esperaban ni los demócratas, que veían imposible forzar la retirada de Rumsfeld de la Administración aun controlando las dos Cámaras. “No podemos seguir este rumbo catastrófico, necesitamos una nueva dirección” fue la primera reacción de la candidata demócrata Nancy Pelosi, próxima presidenta del Congreso, al conocer la noticia. Lo cierto es que hasta Bush ha reconocido que “ha llegado el momento de que haya un nuevo liderazgo en el Pentágono” para darle un golpe de timón a la situación en Iraq. Rumsfeld, tras su dimisión, también admitía que en el país mesopotámico “las cosas no han ido lo suficientemente bien, ni lo suficientemente rápido”. En definitiva, el resultado de los comicios, oculto tras esta dimisión, “traerá cambios a Washington”, según ha anunciado Bush, que ha adoptado un tono conciliador tras las elecciones desconocido hasta ahora en la Administración. “Pero una cosa no ha cambiado: Estados Unidos se enfrenta a enemigos brutales que nos han atacado en el pasado y que quieren atacarnos de nuevo”, sentenció. La propuesta para el puesto de secretario de Defensa es Robert Gates, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), aunque requiere el visto bueno del nuevo Senado. Hasta ahora, Gates ha sido parte del Grupo de Estudio sobre Iraq, lo que le otorga un buen conocimiento de la situación en el país y una visión “fresca”, según Bush, que le considera “un agente para el cambio en Iraq”.