ONG
Cáritas ayudó a siete millones de personas en 2005 a mejorar su vida
Por Elena R. Blázquez
2 min
Sociedad19-10-2006
Las donaciones privadas son la principal fuente de ingresos de la organización diocesana, cuyo objetivo es acabar con las situaciones de pobreza y exclusión social, tanto dentro como fuera de España.
Su prioridad son los olvidados por el resto de la sociedad: inmigrantes, gitanos, niños y jóvenes con dificultades, familias empobrecidas, discapacitados, enfermos de sida y drogodependientes. Durante el año 2005 Cáritas ha atendido a siete millones de personas a través de las cerca de 6.000 cáritas parroquiales españolas, más las situadas en los países del denomiado Sur. De su presupuesto de 170 millones de euros, seis millones más que el año pasado, el 84 por ciento se dedica a erradicar la pobreza en España. Éste es el reto que, desde hace casi 60 años, les mueve a realizar actividades dirigidas a la asistencia, la rehabilitación o la inserción social; sin olvidarse de otras áreas de otras áreas que también reclaman su atención, como le vivienda, el codesarrollo, la formación, la animación comunitaria, el desarrollo institucional, la promoción del voluntariado, la información y la sensibilización social, la documentación y las publicaciones para denunciar las causas de las injusticias. La última campaña permanente que mantienen desde el año 2004 en nuestro país, Nadie sin futuro, trabaja para lograr la acogida e inserción social de los inmigrantes, el reconocimiento de sus derechos y la riqueza de su aportación en la vida comunitaria El 16 por ciento restante del presupuesto total se reparte entre las emergencias de los países en desarrollo. La mayor parte de este dinero, el 61 por ciento, procede de las aportaciones de ciudadanos particulares de entre los más de 160.000 socios y donantes. Ellos son los responsables del aumento de los fondos de la organización, cuyo reparto ha encabezado el apartado de cooperación internacional en países de África, Asia y América Latina, con 23 millones de euros. En estos lugares desfavorecidos se sitúan las prioridades de la institución, preocupada por las emergencias derivadas de desastres naturales y conflictos bélicos. Líbano y la franja de Gaza ocupan el primer puesto en la dedicación de Cáritas, que intenta que las partes implicadas pongan fin a las matanzas e inicien una negociación de paz que consiga soluciones estables a largo plazo. El otro punto candente del planeta es Bolivia, destrozada tras las lluvias que arrasaron las infraestructuras, cultivos y viviendas, y se cobraron vidas humanas. No sólo asistieron durante la emergencia, sino que está presente en la fase posterior de rehabilitación, recuperando las actividades productivas y fomentando la prevención de emergencias.