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BOMBA ABANDONADA

Vicenza, ciudad fantasma por un día

Por Covadonga de la CuestaTiempo de lectura1 min
Sociedad05-05-2001

Durante unas horas el silencio se apoderó de las calles de Vicenza. Alrededor de 77.000 personas abandonaron sus viviendas del centro histórico de la ciudad alejándose del cementerio monumental de la urbe. Fue allí donde una bomba de la II Guerra Mundial había sido encontrada.

El artefacto, conocido con el nombre de blockbuster (bomba de demolición), fue hallado por un grupo de trabajadores que excavaba en la zona del cementerio. En un primer momento, alguno de los trabajadores pensó que se trataba de un enorme calentador de baño. En realidad, era un proyectil de la II Guerra Mundial que fue arrojado por un bombardero aliado en abril de 1944. Los preparativos previos a la desactivación de la bomba se llevaron a cabo con gran minuciosidad y eficacia. Los turistas fueron advertidos por las agencias de viajes para no entrar en la ciudad; los cuadros de los museos fueron descolgados, y en particular, el hospital de San Bartolo, muy cercano al lugar donde se encontró la bomba, fue vaciado. Los habitantes de esta ciudad del norte de Italia se resguardaron en alguno de los diez centros de acogida a unos 50 kilómetros de Venecia. Algunas personas mayores se mostraron reacias a abandonar sus viviendas. "Hoy tampoco me fiaba de dejar mi casa abandonada y, como hacíamos durante la guerra, me llevé conmigo el dinero y las cosas de valor", declaró una anciana. En un radio de tres kilómetros del cementerio no quedó un alma. Doce artificieros de la Brigada Bolsena fueron los encargados de convertir los 1.500 kilos de explosivos que contenía la bomba en material inofensivo. Tras desmontar las tres espoletas y los detonadores que lo constituían, su vaciado se llevó a cabo en una cueva cercana al camposanto. "Durante unas horas estuvimos con el alma en vilo, en primer lugar por ustedes. Ahora estamos muy contentos porque la ciudad ha resuelto su problema sin que se haya producido ningún contratiempo", reconocía satisfecho el director general de Protección Civil, Franco Barberi.