Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

INFANCIA

La violencia doméstica y el abuso infantil están conectados

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura1 min
Sociedad06-10-2006

En España hay 188.000 niños que conviven con la violencia en su casa. Son testigos de maltrato a la pareja o bien ellos mismos reciben golpes, castigos, e incluso abusos sexuales. Y todo está relacionado: el niño que sufre violencia de pequeño, la ejerce de mayor.

El maltrato infantil es un problema generalizado en todos los países, culturas, y clases sociales, pero se oculta tras las puertas cerradas del hogar. Así se llama el informe que han realizado Unicef, The Body Shop y el Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los niños, niñas y adolescentes, y que se presenta ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 11 de octubre. El hecho de que ninguna sociedad reconozca que el maltrato infantil está generalizado, tanto el castigo físico como el maltrato psicológico e incluso los abusos sexuales, dificulta la búsqueda de una solución al problema, del que sólo se dan a conocer en los medios de comunicación los casos más graves. Tampoco son muy conocidas las consecuencias de la violencia infantil, como actitudes violentas, comportamientos regresivos, ansiedad, depresión y hasta tendencia al suicidio. Otra de las consecuencias es que los niños que han sufrido violencia en su hogar tienen más posibilidades de convertirse en maltratadores. Además, las cifras informan de que son los más pequeños, los menores de un año de edad, los más propensos a sufrir este problema. Para acabar con él, los gobiernos y la sociedad deberían prestar más atención a las necesidades de los niños, y dar a conocer el problema para que cambien creencias y costumbres dañinas que están muy arraigadas. Sin olvidarse de la cobertura legislativa, que debería proteger a los niños y castigar la violencia ejercida sobre ellos. También los servicios sociales deberían mejorar en este aspecto, para tratar de reducir las consecuencias a largo plazo.