25 ANIVERSARIO
ERC y EA imponen su criterio y degradan el papel del Rey durante el 23-F
Por Esperanza Buitrago2 min
España24-02-2006
Todos los partidos políticos han firmado una declaración institucional al cumplirse el 25 aniversario de la intentona golpista de 1981. El Presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, leyó un texto que, después de muchas disputas, resta importancia al papel desempeñado por el Rey aquel día.
Para que la Cámara Baja pudiera recordar el intento de golpe de Estado mediante una declaración, todas las formaciones políticas -incluido el Partido Popular- han tenido que ceder a las exigencias de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Eusko Alkartasuna (EA). Ambas formaciones nacionalistas no estaban de acuerdo con el documento inicial al considerar que el texto concedía al Rey Juan Carlos I un protagonismo que, a día de hoy, no está muy claro. El texto que redactó Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución y de los pocos diputados en activo que estuvo presente aquel día, no gustó a los independentistas porque afirmaba que el llamamiento del Rey a los españoles y a las Fuerzas Armadas fue lo que contribuyó “sobre todo” al fracaso del golpe de Estado que protagonizó Tejero. Después de muchas conversaciones, el líder de Izquierda Unida (IU) y promotor inicial del documento, Gaspar Llamazares, introdujo un importante cambio que no fue suficiente para algunos. Finalmente, la declaración aprobada equipara la actuación del Rey a la de los partidos políticos, sindicatos, ciudadanos y gobiernos centrales, autonómicos y locales. Con este texto, todos los grupos menos el Partido Popular se sintieron conformes. Los populares, aunque firmaron el texto para permitir que el Presidente del Congreso pudiera leerlo -ya que así lo exige el reglamento de la Camara-, mostraron su inconformidad. Por este motivo su líder, Mariano Rajoy, llegó a acusar al PSOE de “bajarse los pantalones” ante la “presión de ERC”. Por otra parte, Antonio Tejero, el ex teniente coronel de la Guardia Civil que irrumpió en el Congreso aquel 23 de febrero de 1981, también ha tenido su hueco cuando se cumple un cuarto de siglo de su intento de acabar con la democracia. En referencia al Estatuto de Cataluña, ha defendido públicamente que, con su aprobación, se “matará a España”. Además, ha rogado al Rey que se pronuncie sobre este asunto.