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CATALUÑA

Las discrepancias en ocho competencias paralizan el Estatuto

Por Esperanza BuitragoTiempo de lectura2 min
España24-02-2006

Atascados en la letra pequeña. El Estatuto catalán sufrió un nuevo parón debido al desacuerdo entre el PSOE y los partidos catalanes en ocho competencias, entre ellas educación, la gestión de puertos y aeropuertos y las selecciones deportivas.

No obstante, las partes negociadoras se siguen mostrando optimistas ya que han aprobado 56 de los 64 artículos que diferencian las competencias autonómicas, estatales y mixtas.Con la nueva demarcación de competencias, las de la Generalitat quedan muy protegidas frente a la legislación básica del Estado. Del mismo modo, se amplían en algunas materias. En este sentido, el Gobierno regional pasará a regular la gestión de los permisos de trabajo para inmigrantes, la inspección de trabajo, Función Pública, Administración local, Medio Ambiente, infraestructuras, planificación hidrológica, comercio y control del tráfico. Sin embargo, la brecha con los partidos catalanes se sitúa en educación, ya que los nacionalistas quieren regular en exclusividad la Educación Infantil. En lo referente a las selecciones deportivas, exigen la participación internacional de sus equipos regionales y, sobre los aeropuertos, ambas partes quieren la gestión del Prat de Barcelona. Además, Convergencia i Unió (CiU) quiere que el Gobierno catalán controle los Paradores Nacionales de Turismo. Los símbolos de Cataluña también son objeto de disputa porque los socialistas se niegan a que se les califique como nacionales. Otras materias que han originado el distanciamiento entre PSOE y partidos catalanes son los juegos, trabajo y notariado y registros públicos. A pesar de las diferencias, ambas partes han querido restarle importancia a las diferencias. El PSOE ha recordado que el límite a cualquier negociación está en la Constitución y han aplazado la votación para evitar una derrota. En este contexto de negociaciones, CiU subrayó que la voluntad es la del acuerdo y que no decidirán nada hasta que no se vea “el conjunto”. Además, invitó a Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC) a intentar mejorar los acuerdos alcanzados con el Gobierno central. Por su parte, el partido de Carod Rovira prefiere obviar ese pacto y, como muestra de buena voluntad, se mostró incluso dispuesta a olvidar la foto de Moncloa del pasado 21 de enero, donde el líder del CiU, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sellaron con un apretón de manos el texto final. ERC también se pronunció haciendo un llamamiento a la unidad de los partidos catalanes.