Unos servicios secretos más autónomos

Por MªJesús Torres2 min

España13-10-2001

Desde el momento en que el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) se convierta oficialmente en el Centro Nacional de Información (CNI), el servicio secreto de inteligencia español ya no será nunca más un centro militar de espionaje. En adelante será un organismo público de naturaleza civil.

El nuevo CNI rompe con algunos aspectos que definían a aquel CESID creado el 4 de julio de 1977, aunque sigue necesitando la autorización del juez para poder acceder a cualquier domicilio o intervenir cualquier comunicación. La solicitud se deberá cursar con 72 horas de antelación, aunque bastará con un día antes en los casos urgentes. Sin embargo, en adelante, las decisiones del juez tendrán un carácter firme y no podrán ser recurridas ante una sala de tres magistrados del Tribunal Supremo, como ocurría en el CESID. Desaparece, por tanto, el recurso que podía presentar el propio servicio secreto. Otra de las novedades es el anonimato de los agentes del CNI, incluso ante los tribunales. Todas las investigaciones y asuntos relacionados con el centro se convierten en información reservada y sólo el Gobierno tendrá la facultad de desclasificarla. Los agentes secretos sólo podrán revelar información a la Justicia si el Gobierno lo autoriza expresamente. Aunque necesariamente vinculado al ministerio de Defensa, especialmente después de los sucesos del pasado 11 de septiembre, tal y como señaló el ministro de Defensa, Federico Trillo, el nuevo servicio secreto español se convertirá en un organismo público. Tendrá mayor autonomía en la toma de decisiones, incluidas las que atañen al personal y a los gastos, sin olvidar lo dispuesto en la Ley General Presupuestaria. Por último, otra de las novedades más destacables es el papel del Gobierno en este renovado órgano. Será aquel quién apruebe el plan anual de objetivos informativos del CNI. Hasta el momento el Gobierno se limitaba a conocerlo. En adelante, los miembros de la comisión de control que gobernará y coordinará el centro también conocerán los objetivos del centro, así como su grado de cumplimiento. Los diputados estarán obligados a guardar reserva sobre la información que reciban, so pena de incurrir en delito.