Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

COSTA DE MARFIL

La recomendación de la ONU de suprimir el Parlamento provoca violencia

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura2 min
Internacional21-01-2006

Los disturbios sucedidos durante la última semana en Costa de Marfil han obligado a cerca de 200 cascos azules de la ONU a abandonar la zona. Laurent Gbagbo, presidente de Costa de Marfil, ha hecho un llamamiento a los Jóvenes Patriotas, protagonistas de las revueltas, para que cese la crisis. El desencadenante de esta situación fue la recomendación de Naciones Unidas de suspender la Asamblea Nacional del país africano.

Las revueltas en Costa de Marfil comenzaron el pasado lunes, cuando la ONU recomendó no prorrogar las funciones del actual Parlamento, que expiró a mediados de diciembre de 2005. Las protestas fueron protagonizadas por los Jóvenes Patriotas, un grupo radical partidario del presidente Laurent Gbagbo, que rechazan la recomendación de la ONU de suspender la función del Parlamento. Además, acusan a la Organización y a Francia, antigua potencia colonial del país, de intentar una "recolonización". Gbagbo anunció que su partido abandonaba el proceso de paz, al mismo tiempo que reclamaba la salida de las fuerzas de paz del país. La ONU tiene desplegados más de 6.000 cascos azules por la zona desmilitarizada del centro del país. A ellos se suman los casi 4.000 efectivos de Licorne, la fuerza de paz francesa. Mientras, Naciones Unidas muestra su preocupación por la situación actual del país y tilda de inaceptable que “los medios de comunicación utilicen propaganda de odio” y animen a la población a moverse contra ellos, según su portavoz Stephane Dujarric. Kofi Annan, secretario general de la ONU, en un intento por estabilizar la situación, se ha puesto en contacto con el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, regente de turno de la Unión Africana. Obasanjo anunció que viajará a Costa de Marfil para reunirse con su homólogo. Su objetivo es encontrar una solución a la crisis. A lo largo de la semana pasada, numerosos integrantes del movimiento Jóvenes Patriotas saquearon e incendiaron las oficinas de la ONU y de diferentes ONG. El vandalismo que inunda a los marfileños se ha cobrado la vida de cinco personas y otras 10 han resultado heridas. Un responsable militar de Naciones Unidas ha explicado que los cascos azules y el personal de la ONU se han dirigido hacia una zona de seguridad más vigilada en el Norte del país. Costa de Marfil sufre una guerra civil encubierta desde que el grupo rebelde Fuerzas Nuevas se hizo con el control del norte del país, hace tres años. La crisis que atraviesa el país africano, la peor de su historia desde su independencia de Francia en 1960, estalló en septiembre de 2002 con el levantamiento armado de 800 militares que exigían la renuncia de Gbagbo. Hasta ahora, los esfuerzos para lograr un acuerdo de paz y reunificar Costa de Marfil, llevados a cabo por Naciones Unidas, han fracasado.