DESARROLLO
Unos sesenta millones de europeos viven en la pobreza
Por Carmen Rosa Fernández1 min
Sociedad14-10-2001
La división entre los llamados países desarrollados y subdesarrollados se difumina cuando aparecen estudios de población como el elaborado recientemente por la Comisión Europea. Según dicho estudio, 60 millones de europeos viven en la pobreza, la mitad de ellos en situación de pobreza duradera, lo que quiere decir que disponen de menos del 60 por ciento de los ingresos nacionales medios.
Esta tasa varía considerablemente según del país comunitario, dato que encuentra su explicación al observarse las ayudas económicas que cada nación dedica a paliar este problema. La protección social constituye el 27,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) europeo y mientras países como Holanda, Dinamarca o Francia utilizan planes muy desarrollados contra la pobreza, España emplea un 21,7 por ciento del PIB, la cifra más baja de toda la Unión Europea junto con la empleada por Irlanda. Estas diferencias en el planteamiento económico nacional provocan que sólo un ocho por ciento de los daneses sufran la pobreza, frente al 19 por ciento de los españoles y el 23 por ciento de los portugueses. Este estudio analiza también las posibles causas sociales de esta situación y advierte de que los niños, las personas mayores, los parados y las familias monoparentales son los sectores sociales con mayor riesgo de pobreza. La Comisión Europea resalta también la importancia de los cambios estructurales y demográficos de la sociedad en esta cuestión. La globalización, con el consiguiente trastorno en el mercado laboral, así como el vertiginoso crecimiento que está sufriendo el mundo de las nuevas tecnologías y de la comunicación crean un ritmo de desarrollo que deja atrás a un gran número de personas. Otras causas de los índices de pobreza registrados por el estudio son el aumento de la esperanza de vida así como la baja tasa de natalidad europea unida a la creciente diversidad étnica y cultural provocada por las migraciones, personas que huyen de sus países en busca de mayores oportunidades laborales y se ven sumergidos en la pobreza dentro de un país extraño.