Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

DIA DEL TRABAJADOR

La distancia entre los sindicatos se hace latente en la celebración del 1 de Mayo

Por María LloriaTiempo de lectura1 min
Economía01-05-2001

La unidad sólo fue aparente. Los líderes de Comisiones Obreras (CC.OO.), José María Fidalgo, y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, encabezaron la manifestación del 1 de Mayo en Madrid, pero no estuvieron juntos codo con codo sino separados. Esto demuestra que las diferencias aún perduran.

La primera chispa saltó a raíz de la reforma laboral impuesta por el Gobierno. Entonces, el sindicato UGT propuso llevar a cabo una huelga general para protestar en contra de la medida aprobada por el Ejecutivo, pero CC.OO. se negó a secundarla. Si la situación ya era tensa todavía se hizo más difícil cuando el CC.OO. firmó en solitario el pacto de pensiones. El Día Internacional del Trabajador podía haber servido para limar estas asperezas, pero no fue así, incluso ambos líderes evitaron saludarse. "Ambos sindicatos tenemos que retomar un camino de crítica al Gobierno y a la patronal y reforzar el camino de la movilización general", señaló en su discurso Cándido Méndez. Pero Comisiones está realmente convencido de que no quiere ir a la huelga y Fidalgo desestimó la invitación de UGT. A pesar de estas diferencias, los sindicatos mostraron su unidad en el tema de la política social. Méndez responsabilizó al Gobierno de mantenerse indiferente ante el paro y los accidentes laborales. En esta misma línea, Fidalgo aseguró que la alianza entre el Ejecutivo y la patronal ha quebrado cualquier posibilidad de legislar en contra de la precariedad laboral. Los trabajadores de Sintel también estuvieron presentes en el Día del Trabajador. Estos empleados llevan 97 días acampados en el Paseo de la Castellana de Madrid y siete meses sin cobrar. Fidalgo pidió al Ejecutivo que abra una mesa de negociación y Méndez acusó al Gobierno de no aportar otra solución que no sea la de la regulación de empleo. Los gritos en contra del capitalismo estuvieron presentes en la mayoría de países durante las manifestaciones del 1 de Mayo. En Australia 60 personas resultaron heridas, en Londres 30 fueron detenidos, Berlín se convirtió en una batalla y en Francia miles de trabajadores protestaron contra los despidos masivos.