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GUERRA DE INFORMACIÓN

Al Yazira guía a las televisiones occidentales

Por Elena VillegasTiempo de lectura2 min
Comunicación14-10-2001

La guerra informativa, cada vez de mayor relevancia en todo conflicto bélico, es librada por los medios y gobiernos de ambos bandos y, en este frente, Estados Unidos tiene más probabilidades de no alcanzar la victoria.

Mientras en la gran potencia la censura llevada a cabo es de tinte diplomático, la de Afganistán es de carácter pendenciero; si la Casa Blanca solicita a las televisiones que no emitan los mensajes íntegros de los miembros de Al Qaeda, los talibán niegan la entrada a todo periodista occidental en el país, con la amenaza de ser acusado de espionaje. Los medios de comunicación occidentales ya se han rendido ante la supremacía de Al Yazira en el conflicto y CNN, conocida por marcar la pauta de los informativos de todo el mundo y que otrora tuviera los derechos de información de la Guerra del Golfo, ha firmado un acuerdo con la televisión de Qatar para emitir las imágenes grabadas por los equipos de ésta. La “política informativa” diseñada por la Casa Blanca se dejó notar el miércoles 10 de octubre, día que comenzó con la petición de Bush a las cadenas de televisión de que no variasen la programación habitual con el objetivo de no provocar una mayor alarma social y con el motivo de una filtración a la prensa de información vedada a la misma; antes de anochecer, la consejera de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice, demandó a las cadenas que vigilen los comunicados de Bin Laden ante el peligro de llevar implícitos mensajes que incidan a atentar contra los estadounidenses. Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca, ha anunciado este fin de semana que el Presidente requerirá lo mismo a los editores de los periódicos en los próximos días. El Gobierno afgano parece no hacer seguir pautas concretas a los informadores y empresarios de los medios de comunicación –del medio de comunicación, para ser exactos-, pero los periodistas occidentales únicamente pueden pisar la parte del país controlada por la Alianza del Norte; si entraran en territorio talibán, serían acusados de espionaje, delito castigado con la pena de muerte. La otra guerra que sufren los dedicados a la comunicación es la del ántrax, que ha aparecido en American Media (Florida, EE.UU.) y la NBC (Nueva York). A la censura, que se ha extendido a Internet con la clausura de ciertas webs por parte de Estados Unidos, debemos unir la propaganda bélica de todo conflicto armado; esta vez, va de la mano de la tecnología, con videojuegos que consisten en capturar y matar a Bin Laden. Con censura y propagada incluidas, en Occidente, las audiencias se disparan, la prensa escrita aumenta su tirada de modo considerable, los sites informativos reciben más visitas que nunca y las palabras predominantes en los buscadores son: Bin Laden, talibán y burka.