ETA
Los terroristas intentan negociar la paz sin abandonar la violencia
Por Antonio Pérez3 min
España11-12-2005
Batasuna dice tender la mano hacia una democratización del conflicto vasco, pero los hechos difieren de las propuestas. Mientras los principales partidos discuten a costa de la política antiterrorista, ETA celebra el aniversario de la Constitución detonando artefactos explosivos, escondiendo lanzagranadas y expulsando a los presos etarras que defendían el fin de la violencia.
La estrategia está clara. “Sin Navarra no hay solución, no hay proceso, no hay acuerdo”, decía Arnaldo Otegi en el libro recién publicado “Mañana, Euskal Herria” -basado en sus entrevistas-, para hacer la valoración del proceso político que se está desarrollando en el País Vasco. Otegi mantiene que el entorno abertzale continúa defendiendo sus aspiraciones independendistas –incluyendo Navarra-y añade que “sigue habiendo jóvenes dispuestos a militar en ETA” para la resolución del conflicto, justificando así el uso de la violencia. El líder de Batasuna aprovechó la presentación de la obra para avivar aún más la llama del debate sobre la política territorial del Gobierno asegurando que la tregua llevada a cabo en Cataluña ha facilitado la exigencia de que esa comunidad autonómica se denomine “nación”. En ese contexto, el secretario general del PP, Ángel Acebes, exigió la comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que aclarara las declaraciones de Otegi. El PSOE respondió criticando las palabras de Acebes al considerar que se había convertido en “portavoz” de Otegi y achacándole falta de responsabilidad por el cargo que ejerció como ministro de Interior en el Gobierno de Aznar. Por si fuera poco, Otegi también hizo referencia a unas supuestas negociaciones llevadas a cabo con el PSE, algo que niegan tajantemente desde Ferraz. Aparte de la crispación política, lo cierto es que la táctica llevada a cabo por el entorno abertzale no deja lugar a dudas. Por un lado, la banda terrorista ETA lleva dos años sin cometer atentados con víctimas mortales pero, del mismo modo, sigue llevando a cabo su política de atemorizar con la deflagración de artefactos explosivos en fechas clave como el pasado 6 de diciembre. Además, la banda avisó de la colocación de distintos lanzagranadas en las cercanías del aeropuerto de Santander en el pasado puente –que fueron localizadas tras una nueva llamada en la que se daban instrucciones precisas sobre su ubicación-. Asimismo, un nuevo artefacto explotó en la oficina de Correos de Igorre (Vizcaya) el pasado domingo. En el mismo sentido, la organización terrorista continúa firme en la exigencia del denominado impuesto revolucionario amenazando y extorsionando a numerosos empresarios vascos. IBARRETXE INSTA A "PASAR DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS" Todo esto en una semana que en la que, además, ETA ha expulsado a seis de sus militantes reclusos como respuesta a una carta que firmaron apoyando el fin de la violencia. Entre ellos se encontraba el que fue uno de los máximos dirigentes de la banda, Pakito. La medida se ha llevado a cabo ante lo que la actual dirección considera una “falta de respeto” por parte de los presos etarras. Desde el Gobierno se valoran con cautela las últimas actuaciones de los terroristas a la vez que recuerdan que el único camino hacia una proceso de pacificación es “la entrega de las armas” y el cese de la violencia. Por su parte, el lehendakari Juna José Ibarretxe anima a “pasar de las palabras a los hechos” y aprovechar “la oportunidad de paz” en Euskadi para no correr el riesgo de que “se haga de noche antes de que amanezca”.