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ETA

Expulsados seis dirigentes históricos de la banda

Por Laura Ferrera DiosTiempo de lectura2 min
España10-12-2005

ETA ha acusado a seis miembros históricos de la organización de falta de disciplina. Los presidiarios -parte importante de la banda hasta el momento en el que se ha producido su expulsión-, son: Francisco Múgica Garmendia, Pakito; Ignacio Aracama Mendia, Makario; Iñaki Bilbao Beaskoetxea, Iñaki de Lemona; Carlos Almorza Arrieta, Pedrito de Andoain, Kepa Solana Arrondo y Koldo Aparicio Benito.

Aunque todos ellos formaban parte importante de la banda, Pakito es el más significativo, al haber asumido un alto puesto en la jerarquía de la banda. Del mismo modo, Iñaki de Lemona fue su sucesor durante un periodo breve de tiempo. Otro de los expulsados, Macario; fue el que ejerció las funciones de interlocutor durante las negociaciones de Argel, Pedrito de Andoain fue responsable de finanzas y tanto Kepa Solana como Koldo Aparicio fueron dos veteranos de la banda. ETA comunicó esta decisión a través de el “Zutabe”, un boletín interno que distribuye entre sus militantes, y “Diario de noticias”, un periódico próximo al nacionalismo vasco. Este último fue el que publicó también la carta que ha provocado esta ruptura dentro del seno de la organización terrorista. La misiva escrita por los ya ex militantes de ETA hacía hincapié en que “no se puede hacer una lucha armada a base de comunicados y de proferir amenazas que luego no se cumplen. Esta lucha armada que desarrollamos hoy en día no sirve. Esto es morir a fuego lento. No se puede desarrollar una lucha armada cuando se es tan vulnerable a la represión”. Con este comunicado, algunos ex cabecillas de ETA reconocían la derrota de la banda ante la eficacia policial por primera vez. Pakito y sus compañeros añadían entonces "que la izquierda abertzale siente a la organización debilitada, sin capacidad de influir decisivamente en su quehacer armado. Totalmente vulnerable a la represión y sin capacidad de reacción, y esto hay que ponerlo de una vez por todas encima de la mesa con todas las consecuencias". Finalizaban diciendo que "el día a día nos está enseñando que no tenemos la capacidad y los medios (por mil razones técnicas y no técnicas) de desplegar y desarrollar una lucha armada eficiente, constante y con capacidad de disuasión. Somos muy débiles en ese sentido. Pero nuestro capital y potencial político está ahí, explotémoslo en todas sus virtualidades: la lucha institucional y la lucha de masas". La banda terrorista afirma que todas estas declaraciones han sido una violación de las "normas de funcionamiento que deben respetar". Además ha calificado los actos de los firmantes de la misiva como conscientes y organizados. Dicen que la dirección etarra considera que Pakito y los otros cinco militantes han dado "al enemigo la oportunidad de hacer público el tema", lo que supone "una falta de confianza, menosprecio y falta de respeto a la organización". Los especialistas en asuntos antiterroristas interpretan la decisión que ha tomado la banda como una advertencia al colectivo de presos para que mantenga la disciplina, pues se cree que al menos un centenar estaba de acuerdo con la carta, aunque no se había decidido a dar el paso siguiente y suscribirla. El PP y el PSOE coincidieron en no darle importancia a la decisión de la banda. Ambos reiteraron que lo único que esperan de la organización terrorista es que “deje las armas”.