ASUNTOS EXTERIORES
Las relaciones con EE.UU. no acaban de despegar
Por Antonio Pérez Vicente2 min
España27-11-2005
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado que la relación de España con Estados Unidos es “muy fluida y muy intensa”. Por este motivo, confía en que la venta a Venezuela de doce aviones –equipados con tecnología norteamericana- y ocho patrulleras no empañarán los vínculos diplomáticos con el país presidido por George W. Bush.
Además, Moratinos ha remarcado que se trata de una operación comercial entre empresas. A pesar de las buenas intenciones, lo cierto es que la transacción –una compra que ascenderá a 2.000 millones de euros- que pretenden llevar a cabo EADS-CASA y Navantia no acaba de convencer en Washington. El embajador de EE.UU. en Madrid, Eduardo Aguirre, se ha posicionado públicamente en contra de la firma de los contratos y ha amenazado con boicotear la operación ya que la mercancía incluye “componentes estadounidenses que necesitan licencia de exportación”. Mientras tanto, el ministro de Defensa, José Bono, ha afirmado que el papel del Gobierno español es defender “todo aquello que beneficie a España” y, más concretamente, que él debe apoyar los intereses de la industria militar nacional. En un acto público, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció la presencia de Bono en la firma del convenio. De este modo, Chávez aprovechó para hacer gala de su rotunda oposición a la política llevada a cabo por Estados Unidos. A pesar de este incidente, el overbooking de conflictos con la primera potencia mundial no acaba ahí. También la investigación de los vuelos de la CIA en suelo español podrían entorpecer las relaciones exteriores españolas. El jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, intervino ante la Comisión de Asuntos Exteriores para explicar que las investigaciones llevadas a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no ven indicios de delito en la actuación de EE.UU. No obstante, el ministro también subrayó que si se encuentran datos que acrediten la existencia de irregularidades dentro del aparato durante la escala en suelo español, el Gobierno podría intervenir jurídicamente. Mientras tanto, el embajador Aguirre mantiene que las leyes españolas “en ningún momento fueron violadas”. Pero la polémica ya ha traspasado nuestras fronteras y el Consejo de Europa ha decidido tomar cartas en el asunto. Por ese motivo, el secretario general del consejo, Ferry Davis, ha anunciado una investigación: “Considerando la gravedad de las acusaciones, la respuesta de Europa debe ir más allá de las declaraciones políticas”, afirmó.