Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PRINCIPADO DE ASTURIAS

Broche de Oro para las bodas de plata

Por Roberto González (Oviedo)Tiempo de lectura3 min
Cultura21-10-2005

Como es habitual, Doña Sofía contempló el transcurrir de la ceremonia desde el Palco Real del Teatro, en una posición preferente frente al escenario del Campoamor. Allí también estaba la Vicepresidenta Primera del Gobierne, María Teresa Fernández de la Vega, acompañada por Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación. Además también se pudo ver a todos los Premiados de la presente edición: Nelida Piñón (Letras), los representantes de los Institutos Culturales Europeos (Comunicación y Humanidades), Giovanni Sartori (Ciencias Sociales), Tamara Rojo y Maya Plisetskaya (Artes), Antonio Damasio (Investigación Científica y Técnica) Simone Veil (Cooperación Internacional), las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (Concordia) y el ovetense Fernando Alonso (Deportes).

La ausencia: la protagonizada por la princesa Leticia, quien está atravesando la recta final de su embarazo. En varios de los discursos de la ceremonia se la recordó, el propio Príncipe la mencionó, pero también José Ramón Álvarez Rendueles, quien, dirigiendose al Príncipe, le rogó que trasladara a doña Letizia “nuestros mejores deseos ante la inminencia de tan feliz acontecimiento, que sabemos con cuánta esperanza y alegría lo espera España”. También Nélida Piñon se refirió a la ausencia. “Me conmuevo con los Príncipes que, en este radiante momento de sus vidas, aquí nos acompañan”. En su discurso, leído con ya 37 años, el Príncipe hizo una encendida defensa de la Constitución y la Corona justo cuando en el Parlamento se preparan para evaluar el proyecto de Estatuto Catalán. “La Constitución”, dijo don Felipe, es el “marco más sólido para acometer con éxito el futuro de España, de forma unida, solidaria y respetuosa con la riqueza de nuestra pluralidad y diversidad cultural”. La Corona, añadió, “promovió la devolución de la soberanía nacional al pueblo español y el pacto constitucional”. Su discurso fue interrumpido por los aplausos hasta en seis ocasiones, cuando se refirió a su esposa, nacida en Oviedo, ciudad donde se reúnen los jurados y se entregan los Premios por ser la Capital del Principado de Asturias, pero también cuando se refirió al Rey y a la Reina en este año en los que cumple el trigésimo aniversario de la coronación de ambos. De su padre, dijo que “siempre ha apoyado con tesón estos Premios”, de Doña Sofía, “que distinguió esta ceremonia como nadie con su apoyo y presencia en todas las ediciones”, ya 25. Calificó a la Constitución de 1978 de “extraordinaria obra política y jurídica edificada con ejemplar responsabilidad, profundo sentido de Estado y una amplísima generosidad”, habló de su protagonismo en la construcción de una España mejor. “La España de todos y para todos hizo posible una histórica reconciliación, desterrando las disputas endémicas de nuestra pasada historia constitucional y estableciendo la arquitectura política de la España de hoy”. Como todos los años, el Príncipe aprovecha esta gala para evaluar la situación actual del país y mostrar sus opiniones personales. “El pacto constitucional”, añadió, “está en la base de nuestra convivencia democrática, de nuestra estabilidad política e institucional y del progreso económico y social que disfrutamos. Nada de esto hubiera sido posible sin la vigencia y el respeto a la Constitución y a los valores constitucionales”. El vestíbulo del Teatro Campoamor, al terminar la ceremonia, se los corrillos de gente señalaban que se había tratado de un discurso muy político, en contraposición con los de los Premiados, que todos mostraron su orgullo por formar parte del club de Premiados en Asturias. Sor Evelyn Franc, representante de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, explicó su labor en el mundo: “Vivir la solidaridad compromete a ir más allá y más lejos en la defensa de la vida, a veces amenazada en su integridad a causa del egoísmo de unos pocos. Vivir la solidaridad compromete a ir más allá y más lejos en la búsqueda de recursos suficientes que permitan mejorar las condiciones de vida de quienes están condenados a sobrevivir, ya sea perdidos en el laberinto de la marginación, o forzados a dejar su país en frágiles pateras, vergüenza de nuestra sociedad”. Nelida Piñón hizo una lírica descripción de su patria, sus orígenes y el futuro, como reflexión en este 25 aniversario. “Estoy agradecida por la generosidad con que España trata a mi corazón. Doy gracias a los jurados que me concedieron este galardón. Doy gracias, sí, a este magnífico premio Príncipe de Asturias que hoy recibo acompañada de estos seres notables que, conmigo, agradecen al unísono tal distinción. Aquí, reunidos ante nosotros, son ellos orgullo de la especie humana”.