MUSICA
La SGAE apuesta por la continuidad en sus últimas elecciones
Por Luis Suárez Rueda2 min
Espectáculos05-05-2001
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) se ha decantado por la continuidad en las elecciones para la Junta Directiva, celebradas el pasado sábado 5 de mayo. De los 38 miembros que forman esta junta destacan Ramoncín, Marina Rossell y Víctor Manuel. José María Sanz (Loquillo) no tardó en demostrar su descontento y calificó a la SGAE de "actitudes fascistas".
A penas el 26 por ciento de todos los convocados a estos comicios dio su voz y su voto para delimitar la Junta Directiva que regirá en la SGAE durante los próximos seis años. La mayoría se ha decantado por una línea de continuidad que prolongue el cargo de quienes lo han ostentado desde 1995. La Junta Directiva de la SGAE se divide en cuatro colegios, Pequeño Derecho, Editores Musicales, Audiovisuales y Gran Derecho, estos dos últimos sólo presentaban una candidatura. En el caso de Pequeño Derecho y Ediciones Musicales los resultados estuvieron más reñidos. Tan sólo 4,5 puntos distanciaron a un editor de otro, con el 52,3 por ciento de los votos. Destacan dentro del colegio de Editores, Warner Chapbell, EMI Songs España y Peermusic Española. En Pequeño Derecho se mantiene la línea tradicional, conseguida mediante el 85 por ciento de los votos a favor, frente al 11 por ciento de la propuesta renovadora para el colegio. Ramoncín, Víctor Manuel, Marina Rossell, Manuel de la Calva (Dúo Dinámico) y Soledad Giménez (Presuntos Implicados) son algunos de los nombres que conformarán la nueva Junta Directiva. La candidatura perdedora ha reaccionado ante los resultados, calificados por algunos como previsibles, y han aparecido las primeras protestas que, en el caso de Loquillo, aseguraban que "siempre están los mismos y se critican entre ellos". El Presidente de la Junta, Manuel Gutiérrez Aragón, suavizó ligeramente las acusaciones del autor y afirmó no querer perpetuarse en el puesto. Las propuestas que presentó la candidatura menos votada, en la que destaca Loquillo, Luis Bolín (La Unión) y Teo Cardalda (Cómplices), incluían, entre otras, un periodo electoral de menos de 6 años, mayor control de las subvenciones e inversiones de la SGAE. Sin embargo, sólo el 26 por ciento de los 15.000 con derecho a voto de los 62.500 que componen la SGAE, eligieron el camino de la continuidad.