Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ORIENTE PRÓXIMO

La retirada israelí de Gaza, un paso hacia la paz

Fotografía El primer ministro de Israel, Ariel Sharon

El primer ministro de Israel, Ariel Sharon

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional03-09-2005

La ejecución del Plan de Desconexión y consiguiente fin a la ocupación de cerca de 9.000 colonos de las 21 colonias de la Franja de Gaza y de cuatro en el norte de Cisjordania ha divido al partido en el poder en Israel, el Likud, entre seguidores del premier israelí, Ariel Sharon y del Benjamín Netanyahu.

Según, Isaac Ben-Israel, experto en seguridad, Israel abandona Gaza porque se perdían “sin sentido soldados y civiles”. Sin embargo, la retirada no sólo responde a la inseguridad que vivían los 9.000 colonos de las 21 colonias de la Franja de Gaza y las cuatro de Cisjordania. En el caso de los territorios palestinos con salida al Mediterráneo, los datos sobre demografía de los colonos y de los habitantes originales de Gaza evidencian la inviabilidad del proyecto de ocupación israelí: 8.500 colonos vivían protegidos por el Ejército de los ataques que protagonizan un minúsculo porcentaje de los 1,3 millones de palestinos que residen en la Franja. A pesar de que también hay razones diplomáticas y políticas para explicar la ejecución del plan, según cree el periodista estadounidense del The New York Times afincado en Jerusalén, Esteve Erlanger, la idea que tienen de la evacuación los grupos de resistencia islámica palestina como las Brigadas Al Qassam, Yihad Islámica y las Brigadas Al Aqsa, poco tiene que ver con política y mucho con su particular guerra criminal. Para Mahmoud Zahar, líder de Hamas, organización política responsable de las Brigadas Al Qassam, “es la resistencia y no las negociaciones, lo que trajeron el fin de la ocupación de Gaza”. Puesto que estos grupos entienden la evacuación como una “victoria” de su lucha contra la ocupación israelí, todo parece indicar que la violencia palestina continuará y con ello, la represión israelí. Más aún si, tras la retirada, los palestinos no gozan del control marítimo ni aéreo de Gaza y mientras, en Cisjordania, la colonización continúa. A pesar de ello, desde la Autoridad Nacional Palestina se cree que la retirada de Israel supone un relanzamiento del maltrecho proceso de paz y del plan conocido como Hoja de Ruta. Mientras tanto, la crisis política entre Ariel Sharon y su ex ministro Benjamín Netanyahu se acentúa. Los cruces de declaraciones entre los dos candidatos suben el tono casi cada día que se acercan las elecciones internas del Likud, partido que gobierna actualmente en Israel. Netanyahu y la amplia mayoría de los colonos que ocupaban territorio palestino en Gaza entienden la retirada como una traición al Gran Israel que tanto ha defendido el conservadurismo político en el país.