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TOROS

Espartaco se despide y Víctor Puerto triunfa en Sevilla

Por Almudena Hernández PérezTiempo de lectura1 min
Espectáculos30-09-2001

Tiene mujer e hijas en casa y Juan Antonio Ruiz Espartaco se ha ido con ellas. Espartaco se ha marchado a descansar de una larga y triunfal carrera de matador de toros que en los últimos años sufrió el calvario de una lesión en la rodilla. El torero se despidió el sábado 29, en Sevilla, en la primera tarde de la Feria de San Miguel de este 2001.

El festejo reunió junto a Espartaco a Enrique Ponce y a José Ortega Cano, que lidiaron un complicado encierro de Núñez del Cuvillo. En conjunto, sobre el papel, parecía predecirse una tarde única, de las de colocar la guinda en la tarta del esfuerzo y el amor a una vocación. Sin embargo, la tarde fue perdiendo fuerza desde el inicio. Había llovido antes del paseíllo y tuvo que retrasarse ese momento siempre difícil del hasta luego. Después se sucedieron las lidias, que no destacarán la fecha como la de un espectáculo inolvidable por artístico y triunfal. Al contrario, la despedida de Espartaco estuvo emborronada por los tres avisos que escuchó Ortega Cano, quien también se resintió de la rodilla derecha y tuvo que entrar a la enfermería del coso maestrante. Y, además, el torero de Espartinas tenía a uno de sus amigos en el hospital. Una recaída devolvió a finales de la semana pasada a Jesús Janeiro Jesulín de Ubrique a la UCI. Una semana antes de la despedida de Espartaco, el diestro de Ubrique sufrió un grave accidente de tráfico. Está previsto que Jesulín pase por el quirófano esta semana. Mejoraron el tiempo y los ánimos el domingo 30. La segunda y última corrida del ciclo de San Miguel estuvo amenizada con la siempre sonrisa de Víctor Puerto y, sobre todo, con su buen hacer. Hasta el sol se atrevió a ir a los toros en una tarde en la que Puerto logró un apéndice por faena a los ejemplares de Gavira. Sus compañeros de terna, Juan Serrano Finito de Córdoba y Manuel Caballero fueron silenciados.