MACROJUICIO
La presunta célula española de Al Qaeda, vista para sentencia
Por Enrique García García1 min
España09-07-2005
“La CNN dijo que era un trabajo muy profesional” así se defendía el periodista de Al Yazira, Taysir Alony, cuando se le sondeaba sobre la entrevista que hizo en su día a Osama Bin Laden. El final de la causa se acerca y solo ocho acusados tomaron la palabra para defenderse.
El Macrojuicio celebrado en Madrid contra los implicados en los atentados de las Torres Gemelas está visto para sentencia. Tanto el supuesto líder de la célula islámica, Abu Dadah, como los acusados Sadik Merizak, Mohamed Zaher, Bassam Dalati, Mohamed Kahir Al Saqqa y Abdulla Khayata Catan, han proclamado su inocencia, mientras que el resto de los 24 implicados han renunciado a su derecho a la palabra. Imad Eddin Barakat (Abu Dadah) ha proclamado que la presunta célula islámica es “un cuento”. La fiscalía de la Audiencia Nacional ha dicho que espera de los jueces una sentencia “ejemplar” que demuestre que en la lucha contra el terrorismo “no hacen falta guerras ni campos de detención” en clara alusión a la política norteamericana y a sus presos en Guantánamo; “sino juicios como este con los que el estado de derecho se fortalece”. Otro de los imputados, el periodista Taysir Alony, negó también la relación continua o intensa que le atribuye la acusación con Abu Dadah. Este insistió además en que la relación que existe entre los acusados es simplemente de amistad porque "vivimos aquí (en España) desde hace veinte años, somos del mismo país (Siria), tenemos la misma religión y las mismas costumbres". El fiscal, Pedro Rubira, ha elevado a 11.825 años su petición de pena para los tres principales acusados. Para la fiscalía, las pruebas son claras y las coincidencias, muchas. El video de las torres gemelas captado por Ghasoub Al Abrash supuestamente con fines turísticos, no ha mejorado la situación de los acusados. Las defensas han pedido la absolución, pero de darse una condena, esta consistiría en penas de cárcel aplicadas con todo el rigor de la ley.