IRAN
La Comunidad Internacional recibe de distinta forma al nuevo presidente
Por Salva Martínez Más2 min
Internacional03-07-2005
Los resultados oficiales de la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Irán dieron la victoria a Mahmud Ahmadineyad. Dos de cada tres votantes eligieron al que fuera alcalde de Teherán durante dos años, un hombre sobre el que todavía se conoce poco.
Es una nueva cara en la política iraní. Su meteórico ascenso en la vida pública de su país ha levantado dudas sobre él en la Comunidad Internacional. Sobre todo si en toda la semana pasada no se dejó entrevistar por la prensa internacional o incluso la local. Aunque se le conoce por su pasado primero, como alto cargo de la Guardia de la Revolución, el ejército paralelo al iraní que protege al Guía Supremo, el jefe de Estado, el ayatolá, Alí Jamenei, y segundo, por su paso por el Consejo de Vigilancia, el órgano que vela por la integridad constitucional iraní. La semana pasada se proyectaron sombras sobre el pasado de Mahmud Ahmadineyad porque antiguos miembros del servicio exterior estadounidense de la embajada de EE.UU. en Teherán que vivieron el secuestro de ésta en 1979 han identificado a Ahmadineyad como uno de sus captores. De ahí que la nueva Presidencia iraní haya “sorprendido a Reino Unido, Francia y Alemania” según decía el editorial del semanario británico The Economist tras las elecciones presidenciales. De esos tres países, sólo el canciller alemán, Gerhard Schröder, aseguró la semana pasada en Washington que la UE seguirá manteniendo un diálogo “firme” con Irán, especialmente sobre los dossiers nucleares. No hubo tanta prudencia al otro lado del Atlántico. Antes de las elecciones, en Estados Unidos, el consejero de Seguridad Nacional del presidente Bush, Stephen Hadley, ya mencionó qué se piensa en la Administración estadounidense sobre la república islámica. “Irán es el primer Estado en promocionar el terror”, dijo Hadley. Inmediatamente después de la elección de Ahmadineyad, el presidente de EE.UU., George W. Bush, confesó no conocer mucho sobre él. Fue el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, quien explicitó la postura estadounidense frente a su nuevo presidente. “No es un amigo de la libertad”. Esa fue la fórmula de Rumsfeld para recordar que Irán sigue formando parte del llamado eje del mal.