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GALICIA

Quintana reclama una cuantiosa “deuda histórica” para su comunidad

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura1 min
España02-07-2005

“Galicia no va a salirle barata al Gobierno”. Estas han sido las palabras del líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Anxo Quintana, que no parece creer que “el gobierno amigo” de su socio Touriño sea una garantía para la política de reformas en Galicia.

Tras el fin del recuento del voto emigrante, la pérdida de la mayoría absoluta del PP en Galicia es un hecho. BNG y Partido Socialista de Galicia (PSdeG) preparan, según afirmó Touriño, un pacto de gobierno centrado en el empleo, que convertirá al socialista en el nuevo presidente de la Xunta. Para Touriño, a Galicia le beneficiará tener “un gobierno amigo” en Madrid. sin embargo, el líder del BNG, Anxo Quintana, no ve tan fáciles las relaciones con el Ejecutivo central. Quintana ya ha advertido que Galicia “no va a salirle barata” al Gobierno. Para empezar, ha puesto tres condiciones iniciales para apoyar a Pérez Touriño en su investidura ante la Cámara autonómica: reformar el estatuto, revisar el reconocimiento de la nacionalidad gallega y, sobre todo, el pago de una “deuda histórica” que ronda los 21.000 millones. Esta deuda está justificada, según Quintana, por las catástrofes ecológicas de los petroleros Mar Egeo y Prestige así como por el abandono de Galicia en materia de inversiones. La comunidad gallega es, tradicionalmente, una de las comunidades peor comunicadas y con menor infraestructura, pese a los esfuerzos del pasado por paliar la situación. El BNG acudirá a la mesa de negociaciones con estas peticiones iniciales el lunes 4 de julio, fecha del primer encuentro bilateral entre ambos partidos para formar gobierno. Pérez Touriño ya ha pedido a su partido “el margen necesario de confianza” para afrontar estas negociaciones. Sin embargo, el acuerdo que se busca ha sido calificado por el propio BNG “de mínimos” por lo que, al menos en un principio, todos los puntos son susceptibles de ser discutidos, pese al énfasis que ya desde antes de las elecciones, el BNG ha puesto en la cuestión de la nacionalidad.