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El rechazo al matrimonio homosexual indigna a la oposición y divide al PP

Por Aarón AbadTiempo de lectura1 min
Sociedad26-09-2001

La decisión del Gobierno no sólo disgusta a los partidos de la oposición, también en las filas del PP hay controversia al respecto. Las nuevas generaciones que apoyan al colectivo gay consideran que ésta es una decisión “fascista”. La negativa del Gobierno a sacar adelante la reforma del Código Civil que permitiría el matrimonio a homosexuales ha sido duramente criticada por diversos sectores sociales y políticos.

La coalición PP-CiU rechazó el pasado 25 de septiembre la propuesta elaborada por Izquierda Unida y PSOE. A pesar del apoyo de gran parte de los grupos políticos, la mayoría absoluta con que gobierna el PP hizo notar su peso. La decisión estaba anunciada de antemano, pero las reacciones de los partidos de la oposición han sido de indignación y de duras críticas contra el Gobierno de José María Aznar. La Federación Estatal de Lesbianas y Gays exige el derecho al matrimonio y considera discriminatorio el Código Civil actual, defendido por los populares, a los que ha acusado de homófobos. El derecho al matrimonio, según este sector, es algo que les facilita otras muchas cosas como las herencias, pensiones, permisos de residencia, y una larga serie de privilegios que los heterosexuales tienen por casarse. Las protestas han surgido también en las filas del PP el mismo día de la votación. El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, es el único que ha defendido las parejas de gays y lesbianas y ha pedido su reconocimiento legal. El pasado día 25, cuando llegó el momento de la votación, abandonó la sala, porque no quería contrariar la decisión de su partido pero le era imposible votar contra su pensamiento, según comentó. La Plataforma Popular Gay, una sección de jóvenes simpatizantes y militantes del PP que apoyan el movimiento gay, han acusado al partido de imponer "una disciplina fascista" y actuar al "dictado del Vaticano". Afirman que el rechazo al matrimonio homosexual es fruto de la presión de "un reducto del Opus Dei" que milita entre las filas populares. Han amenazado con llevar a cabo una campaña contra el actual Gobierno para convertir los más de un millón de votos de homosexuales en votos en blanco.