Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MÚSICA

Carlinhos Brown llena de samba la Castellana de Madrid

Por Luis Suárez RuedaTiempo de lectura2 min
Espectáculos18-06-2005

Unas 400.000 personas según el Ayuntamiento de Madrid -alrededor de un millón, según la organización- se dieron cita el pasado 18 de junio en el Paseo de la Castellana de Madrid para celebrar el carnaval de Carlinhos Brown, un espectáculo que juntó los mejores aspectos de una fiesta.

Pasaban algo más de 20 minutos sobre las siete de la tarde cuando la caravana principal del festival comenzó su andadura desde la Plaza de Castilla hasta los Nuevos Ministerios. Por delante quedaban casi tres kilómetros de recorrido en el que no pararía la música, el baile y el buen ambiente. Y así ocurrió. Media hora antes de que comenzara el lento paseo del espectacular camión sobre el que cantó Carlinhos Brown, el Paseo de la Castellana ya era una fiesta, ya había concentradas miles de personas a lo largo de todo el trayecto del recital que portaban banderas brasileñas, españolas, jamaicanas, insignias del arco iris -del colectivo homosexual- e, incluso, pinturas sobre la cara. Todo valía para abrazar a este artista que, tras su paso por otras ciudades españolas, llegó a Madrid para celebrar este carnaval como una "manifestación de alegría, paz, amor, fraternidad, libertad y respeto a la diferencia". El concierto, en el que no ocurrió ningún incidente destacable, estuvo presidido por una espectacular caravana sobre la que iba Carlinhos Brown y su banda de músicos y bailarines, y seguido de otra más pequeña fletada por la banda Timbalada. Durante las más de cuatro horas que duró el espectáculo se pudo oír en repetidas ocasiones el tema musical más conocido en España de este polifacético artista, el Mariacaipirinha, que a pesar de llevar más de un año en las listas de éxitos, continúa siendo uno de los temas más importantes de la temporada. Este tema dio paso a batucadas y timbaladas, a ritmos marcados por el públicos y a gritos en contra de la violencia, el hambre y la pobreza, y a favor del amor y la paz. La Castellana guiñó un ojo a los carnavales brasileños y dejó claro que los madrileños tienen sed de fiestas de este tipo, fiestas sin complicaciones en las que reina la amistad y el buen ambiente. Tras su cita por Madrid, Carlinhos llevará su particular timbalada a Sevilla (25 de junio) y a Valencia (17 de julio) en donde, como ocurrió en Madrid, no faltarán los bomberos para refrescar el ambiente con el agua de sus mangueras.