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CUMBRE EUROPEA

La política de cohesión propuesta por Bruselas sigue sin convencer a España

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura2 min
Economía18-06-2005

Ética y moralmente, la entrada de los nuevos miembros hace hoy más de un año fue lo ideal, el “todos unidos bajo una bandera, por unos objetivos comunes...”. Pero, a la hora de la verdad, a la hora de poner el dinero sobre la mesa, es cuando surgen las divergencias. La última cumbre europea en Bruselas fue el vivo ejemplo de ello.

La cumbre de jefes de Estado en Bruselas sigue sin avanzar. Bruselas presentó un nuevo plan de cohesión, pero nuevamente fue rechazado, tras 15 horas de negociaciones, por España, Suecia, Finlandia, Reino Unido y Países Bajos. España quiere más. Según su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, esta propuesta sigue siendo “insuficiente”. Así, el líder socialista confía en que las negociaciones continúen y se llegue a la vía del consenso a pesar de que, según él, “con más tiempo” se hubiera obtenido “otro escenario”, pero “otros países no abrieron ninguna puerta” y se mostraron “irreductibles”. La propuesta de presupuesto comunitario presentada por el actual presidente de la UE, Jean Claude Juncker, contaría con 306.508 millones de euros, frente a los 305.000 de la propuesta anterior (muy lejos de los reclamados por la Comisión Europea, 336.308 millones) para la política de cohesión comunitaria. Del total de esta cantidad, el 53 por ciento iría a los 12 nuevos países miembros (los 10 actuales más Rumanía y Bulgaria, que entrarán en el 2007) y el 47 por ciento restante se repartiría entre los 15. Los tres objetivos de las ayudas del Fondo de Cohesión Esta política de cohesión se divide en tres objetivos: convergencia, competitividad regional y empleo y cooperación territorial. El primer objetivo se llevaría el 82,3 por ciento (252.249 millones), y de ese dinero la mayor parte iría a las regiones más pobres, en el caso de España, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía. Dentro del objetivo de convergencia se incluye también el polémico Fondo de Cohesión europeo. Según la propuesta luxemburguesa, la cantidad destinada a esta práctica sería de 61.493 millones, de los que España recibiría 2.000. Una de las principales exigencias de España en esta cuestión es la ampliación del período de recepción de ayudas del Fondo de Cohesión. Actualmente, España es un país candidato a obtener ayudas pero, con la entrada de los nuevos países a la UE, dejará de serlo porque su renta excederá el 90 por ciento de la nueva media de la UE. Con esta propuesta se lograría que “las asignaciones sean regresivas durante dos años, con un montante en el 2007 de 1.200 millones de euros (que representa el 68 por ciento del nivel del 2006) y en el 2008 de 800 millones de euros (el 46 por ciento del nivel del 2006)”. El segundo objetivo de la política de cohesión contará con 46.758 millones, el 15,26 por ciento del total. Esta ayuda está destinada a potenciar la competitividad y el empleo de las regiones que no son de desarrollo prioritario pero que siguen teniendo problemas estructurales. Entre ellas hay varias españolas: Canarias, Cantabria, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Finalmente, está el objetivo tres, destinado a la cooperación territorial. Éste recibirá 7.500 millones, un 2,45 por ciento, frente a los 13.200 millones reclamados por la Comisión.