PAISAJE Y PINTURA
El Thyssen descubre la naturaleza en las obras de Corot
Por Lourdes Téllez1 min
Cultura12-06-2005
Corot. Naturaleza, emoción y recuerdo es el título de toda la exposición de este genial artista. Como los grandes, se desligó de las tendencias artísticas de su tiempo y se convirtió en precursor del Impresionismo.
Este inquieto parisiense llegó a vivir casi ochenta años, el tiempo suficiente como para dejar una cuantiosa herencia pictográfica de casi 3.500 cuadros. De todas sus creaciones, una selección de las ochenta mejores están ya en Madrid para que puedan ser admiradas. En un mundo en el que las máquinas y la tecnología llega a agobiarnos, contrastan la tranquilidad y el refinamiento del pincel de Corot. Un pincel que plasma en el óleo los más insignifantes detalles: un árbol, una hoja en otoño, el viento, el movimiento o la calma de un estanque. Las ocho secciones en que se divide la exposición llevan al visitante por las principales etapas de creación de Camille Corot. Sin salir del museo se puede viajar por los entornos rurales de la Italia y la Francia de finales del siglo XIX. Destaca la sección Souvenirs, una pequeña colección de paisajes con un enfoque distinto a los otros cuadros de Corot y a la que se le ha prestado poca atención a lo largo de los años. La sección de "Figuras" pone la nota humana de la exposición con retratos sobrios pero casi fotográficos. Pensar que "Corot es el último artista clásico y el primero de los modernos", como lo define el comisario de la exposición, Vincent Pomarede, es la excusa perfecta para acudir a esta exposición histórica. Porque Madrid es la primera ciudad que alberga en un solo espacio, las mejores obras de Corot.