La ayuda que comenzó hace una década
Por Mª Jesús Torres2 min
España20-09-2001
España dispone de dos puntos de interés estratégico internacional, y el beneficiario es EE.UU. Las bases de Rota, en Cádiz, y Morón de la Frontera, en Sevilla, juegan un papel importante en el transporte y aprovisionamiento de las tropas norteamericanas; son su escala en el Mediterráneo y, como ya ocurrió en la crisis del Golfo, España le ha autorizado a usarlas.
Durante la guerra del Golfo, Morón albergó bombarderos estadounidenses que atacaban directamente Irak. Además, para España supuso un punto de inflexión ya que, tras un siglo de ausencia, las Fuerzas Armadas españolas actuaron en coalición en un conflicto internacional. España fue una de las 13 naciones que envió unidades navales a la zona y una de las tres que mantuvo allí su presencia. Eso fue en 1990. Dos años después, las Fuerzas Armadas españolas comenzaron a participar en la misión de paz en los Balcanes. En el conflicto de Bosnia-Herzegovina, a España, al servicio de la ONU, se le encargó la escolta de camiones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que transportaban alimentos y otros bienes de primera necesidad. En 1995, sustituyeron el azul por el verde de sus cascos y se pusieron a disposición de la OTAN. La Guardia Civil también tuvo una importante misión en tareas de vigilancia y seguridad, y políticos, diplomáticos y ONG trabajaron en favor de la pacificación y normalización de la zona. Militar, diplomática y humanitaria fue también la ayuda que España ofreció durante la crisis de Kosovo. El Gobierno español mostró desde el principio su total apoyo a la Comunidad Internacional y participó en la operación Fuerza Aliada en febrero de 1999 y en el contingente de KFOR en junio de ese año. En el terreno diplomático, España colaboró en el intento de lograr una solución negociada del conflicto y respaldó varios planes y acuerdos para alcanzar este fin. La ayuda española a los refugiados kosovares también fue constante durante toda la crisis. España acogió a más de 1.000 refugiados y aportó toda su logística y cooperación para mejorar la desastrosa situación de los kosovares. Las tropas españolas instalaron un campamento humanitario en el norte de Albania.