UNIÓN EUROPEA
Los 25 líderes europeos se reúnen para frenar la crisis
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso
Por Susana Mendoza1 min
Internacional05-06-2005
El descontento hacia la Constitución va en aumento en países como Alemania, donde después de conocer la negativa danesa, los sondeos muestran un sustancial aumento del “no”. Ante la ola de la negativa, el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, afirman que “no se debe dejar a Europa tambaleándose” en referencia al abandono de la Constitución.
Los principales países europeos se muestran a favor de continuar con el Tratado europeo, pero Dinamarca y Reino Unido no ven el sentido de continuar una “constitución muerta”. Los líderes franceses y alemanes, Chirac y Schröder, se han reunido en Berlín para discutir posibles soluciones al atolladero europeo y para dar ejemplo de lo que debe ser la actitud de los demás dirigentes. A pesar de que no se ha celebrado rueda de prensa, los portavoces alemanes han declarado que ambos líderes coinciden en que hay que continuar el proceso, y que “cada país tiene el derecho y el deber de dar su voto”. En esta reunión, la primera desde el “no” francés, han perfilado varias soluciones que van desde recortar los fondos que recibe Francia y Reino Unido o la reconsideración de las negociaciones con Turquía. La vuelta a la mesa de negociaciones para escribir de nuevo otro Tratado o alterar la Constitución, parece de momento inviable, y en esto se han mostrado de acuerdo todos los países, ya que, según los dirigentes, esto implicaría volver a estar dos años negociando. Desde las instituciones comunitarias también se han puesto a trabajar. Un primer debate extraordinario se va a celebrar este miércoles en el Parlamento Europeo. Días más tarde, una reunión de urgencia tendrá lugar el 16 de junio para hallar soluciones viables y a corto plazo parar la fisura que parece haberse abierto en la Unión Europea. Ahora, el mismo temor que circula entre los líderes europeos es que la negativa de Países Bajos, provoque un efecto dominó: una ola a la que los dirigentes quieren encontrar una barrera de contención antes de los siguientes referéndum.