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IRAQ

Los terroristas responden a la ‘Operación Relámpago’

Por Álvaro Leal Tiempo de lectura2 min
Internacional05-06-2005

La detención de Abdul Hamid, líder del Partido Islámico Iraquí, por un error estadounidense ha hecho peligrar el proceso constitucional en el que chiíes y suníes deben ponerse de acuerdo.

Al menos 700 insurgentes fueron capturados y 28 murieron en los primeros cuatro días de una vasta operación en Bagdad contra los rebeldes llevada a cabo por fuerzas iraquíes apoyadas por Estados Unidos, según el ministro iraquí de Interior, Bayan Jabr. A lo largo y ancho de Bagdad hay controles repentinos, patrullas policiales las 24 horas e incursiones en casas consideradas sospechosas por las autoridades. Jabr señaló que está decidido a acabar con cualquier tortura de presuntos terroristas bajo custodia policial. Agregó que ya ha despedido a dos altos cargos por estar implicados, supuestamente, en la tortura de detenidos y por abuso de autoridad. El pasado sábado, Almula Mahdi, uno de los más importantes líderes del grupo rebelde Ansar Al Suna, y sus cinco compañeros fueron apresados en la ciudad de Mosul tras mantener un enfrentamiento armado con una unidad militar conjunta norteamericano-iraquí. Esta organización es responsable del asesinato de cientos de personas en el norte de Iraq, en su mayoría de etnia kurda. Los grupos terroristas están reaccionando ante el despliegue de tropas iraquíes. Al Qaeda anunciaba el pasado jueves en Internet la creación de una nueva célula de terroristas suicidas en Iraq. "Informamos con mucho gusto a nuestros jeques Osama bin Laden y Al Zarqaui de la creación de la Brigada Al Bara bin Malek", afirmó un hombre que se identificó como Abu Dujana al Ansari, líder del nuevo grupo. Según Al Ansari, la nueva célula sería la responsable de algunos de los ataques suicidas perpetrados en Iraq durante las últimas semanas. Los atentados terroristas se han sucedido a lo largo de la semana pasada, sobre todo en ciudades como Mosul, Baquba -donde falleció entre otras personas el vicepresidente del Consejo de la Población de Diyala, Husein Aluan al Tamimi-, Kirkuk y también pequeños pueblos al norte de Bagdad. La violencia no ha remitido pese a la operación policial. Los militares norteamericanos estuvieron a punto de ocasionar una crisis con la detención el pasado lunes de Abdul Hamid, líder del Partido Islámico Iraquí. Esta detención fue condenada por todos los partidos políticos y grupos religiosos iraquíes, entre ellos su presidente kurdo, Jalal Talabani. A causa de este suceso las dos organizaciones suníes más importantes de Iraq amenazaron con abstenerse en la redacción de la nueva Constitución iraquí. Sin embargo, no boicotearon las gestiones del Gobierno de mayoría chií para incorporarlos al proceso político, pese a los llamamientos de varios de los miembros de las organizaciones a no permitir que la insurgencia deponga las armas. En un encuentro separado, los miembros de la comisión constitucional se reunieron con unos 70 representantes del Partido Islámico Iraquí, la Asociación de Eruditos Musulmanes y otros grupos suníes para analizar la oferta de la Asamblea Nacional de que 13 suníes representen a la minoría en el órgano legislativo de 55 integrantes encargado de redactar la nueva Constitución iraquí.