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NEGOCIACIÓN ETA

La Justicia carga de nuevo contra el entramado etarra

Por Antonio Pérez VicenteTiempo de lectura2 min
España04-06-2005

No habrá tregua política. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha iniciado el procesamiento de los dos líderes de la izquierda abertzale como integrantes de la banda terrorista ETA. Anteriormente, ya pasó lo mismo con Joseba Permach, Joseba Álvarez y Josu Ternera.

Arnaldo Otegi y Jon Salaberria formarían parte del “proyecto delictivo común” de ETA y se enfrentarían a penas de hasta 14 años en prisión. A pesar de la gravedad de las acusaciones, estas actuaciones no se han podido llevar a cabo hasta que Otegi y Salaberria no perdieron su condición de aforados como miembros del Parlamento vasco. En este sentido, Otegi -que está en libertad bajo fianza tras abonar 400.000 euros- será citado a declarar al ser considerado como “una persona que ocupa uno de los puestos dirigentes dentro del entramado terrorista”. Del mismo modo, se les imputa la contribución al sostenimiento de la banda por medio de las denominadas herriko tabernas y se les considera “responsables de otras estructuras como KAS-EKIN, Saki, Jarrai-Haika-Segi o Gestoras pro Amnistía”. Además, los fiscales del caso creen que hay indicios de que ETA paga de manera habitual a los dos ex parlamentarios. El otro acusado, Salaberria, se encuentra en busca y captura desde el 25 de mayo. Además de ellos, estarán sentados en el banquillo otros 39 dirigentes abertzales cuando se celebre el juicio, previsto para el próximo año. Pero éste no ha sido el único revés que ETA ha recibido en esta semana porque las fuerzas de seguridad francesas hallaron un taller logístico de la banda en Saint Gaudens, al suroeste de Francia. En la vivienda -que fue utilizada por José Segurola Querejeta, considerado la mano derecha del presunto responsable del aparato militar, Mikel Aspiazu, alias Txeroki- había abundante armamento y munición, así como documentación de la banda. Antes de la llegada de la Policía, unos delincuentes accedieron a la casa y se apropiaron de 1.500 euros, algunos materiales y un ordenador que escondieron en una casa de campo y que ya ha podido ser recuperado por la Policía. Por su parte, Gorka Perea Salazar y Eduardo Plagaro Pérez, presuntos simpatizantes de ETA huidos desde 1997 y acusados por actos de kale borroka, fueron extraditados por las autoridades canadienses a España.