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BALONMANO

Pastor también se ‘rebela’ en la Copa del Rey

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes29-05-2005

El Balonmano Valladolid se sacó la espina de la final que perdió, hace cinco temporadas, contra el Barcelona en la Copa del Rey. El conjunto entrenado por Juan Carlos Pastor, tras la Copa Asobal que ganó en 2003, consigue su mayor éxito y entra en la Recopa por la puerta grande, tras imponerse por 25-27 al campeón de Europa.

El espíritu rebelde y el apoyo de una afición que se dejó notar en Pontevedra dejaron claro que el Valladolid no era un convidado de piedra en la final. Aunque ni el cubano Julio Fis ni el pivote Rubén Garabaya tuvieron el suficiente acierto, Chema Rodríguez tomó el mando del juego y forzó exclusiones: dos para Lazslo Nagy y otras tantas para el croata Davor Dominikovic y el francés Jerôme Fernández, que se fue desquiciado al descanso. Sin embargo, pese a la magnífica actuación de José Manuel Sierra bajo los palos, la brega del serbio Dragan Skrbic en el pivote y el coraje de Íker Romero, pese a algunas molestias físicas, deparó un partido cuyas diferencias nunca superaron los dos goles. Al comienzo de la segunda parte, el danés Lars Jeppesen y el húngaro Nagy llevaron el peso ofensivo del equipo de Xesco Espar, pero Chema Martínez y un acertado Juan Bosco Rentero mantenían el partido empatado, puesto que el Valladolid, supo aprovechar las superioridades y alargar las posesiones. Aun así, Sierra apareció en el último momento para detener un contraataque de Xavier O’Callaghan y tranquilizar al equipo pucelano, que sentenció con un gol del extremo David Davis. Pastor se mostró eufórico, pues reconoció que el Valladolid jugó peor que en semifinales, pero afirmó que la victoria “la cimentamos en defensa y, sobre todo, en nuestra capacidad para no irnos del partido con tanta exclusión como ha habido”. En tanto, el entrenador del Barcelona, Xesco Espar, achacó la derrota a la incapacidad de su equipo para imponer su estilo de juego: “nuestro error es que no fuimos fieles a nuestro esquema de juego fuera de casa, lo que provocó lanzamientos forzados y continuas pérdidas de balón”, y se mostró crítico con los árbitros por las numerosas exclusiones, que “nos obligaron a un esfuerzo extra. Atacar su defensa es muy difícil, porque tienen muchos argumentos y al final nos hemos acabado ofuscando”, añadió. San Antonio y Ciudad Real decepcionan El Valladolid apeó de la final al Ciudad Real, que no pudo despedir con un título a Juan de Dios Román y completa una temporada con la Copa Asobal como único título, tras quedarse a las puertas en la liga y la Copa de Europa. El Barcelona, en cambio, no dio opción al Ademar de León. En cuartos de final, la sorpresa la deparó la eliminación del San Antonio de Pamplona, flamante campeón de liga. El equipo leonés se tomó la revancha del partido que dio el título de liga al equipo de Zupo Equisoain, en el último partido del francés Jackson Richardson. El Valladolid no superó sin demasiados problemas a un histórico como el Bidasoa, mientras que Ciudad Real y Barcelona golearon cómodamente a las cenicientas de la competición: el Granollers y el anfitrión, el Teucro de Pontevedra.