ESCULTURA
Se reconstruye el rostro del poeta italiano Petrarca
Por Jara García Jiménez2 min
Cultura28-05-2005
El italiano Petrarca (1304-1374), considerado uno de los grandes genios de la lírica de todos los tiempos, por fin tendrá un rostro a partir de un molde de 130 años de antigüedad.
Con esta reconstrucción se cierra un proyecto que comenzó hace casi 2 años con motivo del séptimo centenario de la muerte del poeta, para el que un grupo de científicos estudiaría los restos en la tumba situada en una plaza de Arquá, en las proximidades de Padua, una ciudad en el noroeste de Italia. El objetivo de esta investigación era conocer más aspectos de la vida del artista y de su físico, datos como su altura, los accidentes que sufrió en vida, y como elemento central, descubrir su rostro real, ya que los expertos consideraban que el representado en alguna pintura antigua no era el verdadero. Durante este largo proyecto, los especialistas de la Universidad de Tucson, en Arizona (EE.UU.) descubrieron que su objetivo no iba a ser fácil dado el mal estado de los huesos del cráneo. Además, en octubre pasado, a través de la técnica del carbono-14, se dieron cuenta de que ese cráneo no pertenecía a Petrarca, sino a una mujer que murió en el siglo XIII, antes de nacer el escritor. La sustitución del cráneo tuvo lugar en el último reconocimiento de los restos del poeta a cargo del profesor Giovanni Canestrini, en 1873. Precisamente, la Universidad de Padua ha cedido a los expertos un molde del cráneo del poeta hecho por los colaboradores de Canestrini para facilitarles tan ardua tarea. Esta reconstrucción nos remite a la realizada al rostro del faraón egipcio Tutankamón, para el que tres equipos de artistas y científicos forenses, construyeron modelos del rostro del faraón niño en base a fotografías tomadas con una resolución de 1.700 puntos de las tomografías de su momia, que revelan cómo se veía el día de su muerte, hace 3.300 años. El resultado ha permitido una reconstrucción de la cabeza y el rostro de Tutankamón en un modelo de plástico de la calavera del rey faraónico, que fue rellenada en sus huecos con plastilina con la ayuda de escultores y arqueólogos egipcios.