FÓRMULA 1
Golpe de fortuna en Nürburgring
Por Marta García3 min
Deportes29-05-2005
Fernando Alonso se llevó una victoria inesperada en el Gran Premio de Europa. Después de sobreponerse a una salida de pista, los errores pasaron factura a Kimi Raikkönen, que tras bloquear en varias frenadas, hizo un plano en uno de sus neumáticos delanteros y las vibraciones acabaron por romper la suspensión.
La salida, siempre peligrosa por el embudo de la horquilla del final de recta del circuito de Nürburgring, empezó trepidante: el australiano Mark Webber, que salía tercero, fue empujado a la puzolana por una arriesgada frenada de Ralf Schumacher, que se llevó por delante a Alonso –el asturiano tuvo fortuna de no hacer un trompo ni sufrir daños en su monoplaza– y tuvo que cambiar su alerón delantero. Nick Heidfeld –las malas salidas perjudican claramente a Williams– no supo aprovechar su pole position y pronto lo pasó Raikkönen. Alonso, que salió con más combustible, se vio perjudicado al ir detrás de David Coulthard en las primeras vueltas, pero el repostaje del escocés y una penalización a Jarno Trulli, porque sus mecánicos estuvieron más tiempo del permitido en la parrilla de salida, le permitieron subir al segundo puesto. También sería sancionado Coulthard, por superar el límite de velocidad en el pit lane, con otro drive through, es decir, pasar por boxes sin detenerse, pero con una velocidad limitada. El finlandés lideraba cómodamente, pero cometió varios errores: se salió de pista en una de las curvas rápidas del circuito, pero pudo volver, y blocó los frenos a la entrada de algunas curvas, con lo que dañó su neumático delantero derecho. Aunque McLaren sopesó la posibilidad de cambiárselo, el tiempo que perdería en una tercera parada le haría perder el liderato, por lo que el equipo creyó que podría terminar. Sin embargo, Alonso apretó antes de su segundo repostaje –aun a costa de salirse de pista, aunque pudo volver– y limó la diferencia con el finlandés. El español, en la última parte de la carrera, superó a Heidfeld y a un sorprendente Rubens Barrichello, que optaron por hacer tres paradas, y recortaba a Raikkönen un segundo por vuelta. El finlandés, cuyo coche vibraba ostensiblemente y corría el riesgo de sufrir un reventón, tuvo que forzar: así, al pasar la meta para afrontar la última vuelta, las barras de la suspensión saltaron hechas pedazos y tuvo que abandonar. La desgracia de Iceman permitió subir al podio a Barrichello, por detrás de Heidfeld, y a Michael Schumacher ser quinto, superado por Coulthard. Giancarlo Fisichella, que tuvo que remontar desde el último puesto al quedársele calado el coche en la salida, consiguió un meritorio sexto puesto, mientras que Juan Pablo Montoya y Trulli cerraron la zona de puntos. El resultado supone un nuevo golpe de efecto de Alonso en el Mundial, ya que suma 59 puntos y amplía su ventaja con respecto a Raikkönen y Trulli, ambos con 27, mientras que Heidfeld, tras sus dos últimos segundos puestos, acumula ya 25. A partir del quinto puesto, que ocupa Webber con 18 puntos, hay una interesante pomada: Fisichella y Ralf Schumacher empatan con 17 puntos, Michael Schumacher y Montoya con 16 y, por último, Barrichello y Coulthard suman 15 puntos. En la clasificación de constructores, Renault mantiene su dominio: 76 puntos, por 53 de McLaren, 44 de Toyota y 43 de Williams, mientras que Ferrari, tras su mejor resultado de la temporada, suma 31 puntos.