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PORNOGRAFÍA INFANTIL

En prisión, los violadores de bebés que distribuían imágenes por Internet

Fotografía Un policía de la Brigada Tecnológica revisa el material incautado

Un policía de la Brigada Tecnológica revisa el material incautado

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura2 min
Sociedad26-05-2005

Dos de los violadores, Eduardo C. M., alias Todd y José G. C., alias Aza se encontraban en tratamiento psiquiátrico. Las penas a las que se enfrentarán, junto al cabecilla, Álvaro I. G., alias Nanysex, podrán llegar hasta ocho años de prisión. Ninguno supera la edad de 24 años.

Son tres jóvenes estudiantes que trabajaban cuidando bebés. Junto a otros dos hombres de 39 y 43 años, formaban una red de producción y distribución de pornografía infantil, en la que ellos mismos cometían las agresiones sexuales, las grababan y fotografiaban, y distribuían las copias a través de canales secretos de Internet, principalmente del modelo de chat IRC. La Brigada de Investigación Tecnológica de la Dirección General de la Policía ha desmantelado la estructura básica de esta red gracias a la colaboración de la Unidad de Crímenes Sexuales de Toronto. Esta Unidad descubrió las pistas que aparecían en las propias imágenes de contenido pornográfico y que hizo llegar a España. El elemento principal fue un billete de tren de cercanías, comprado en Atocha, que sostenía uno de los bebés en la mano. La letra ñ de un teclado inalámbrico que sólo se fabrica en nuestro país y una toalla del hospital madrileño La Paz despejaron las dudas sobre la procedencia española de las imágenes. Éstas mostraban, además, el rostro totalmente reconocible de Eduardo S. M., cuya identidad se confirmaba con algunos objetos personales como un reloj y un cinturón. Finalmente la Policía identificó a Álvaro I. G. a través de las conexiones que realizó en un local murciano dedicado a la venta de componentes informáticos. Este joven ingresó en prisión acusado de varias agresiones sexuales a menores y se le considera uno de los peores pederastas investigados. José G. C., otro de los integrantes de esta red, también se encuentra en prisión como presunto autor de violaciones sucesivas a dos menores de 7 y 9 años. El pederasta Eduardo S. M. ha ingresado en la cárcel acusado de violar a un bebé de un año y otros dos de 7 y 9 meses. Estos dos agresores se encontraban en tratamiento psiquiátrico porque sólo habían mantenido relaciones sexuales con menores de edad. Ahora se enfrentarán a penas de hasta ocho años de cárcel, ya que el Código Penal español, en el artículo 189, contempla un agravamiento de las condenas si se comenten hechos particularmente vejatorios o degradantes para elaborar material pornográfico, si las víctimas son menores de 13 años, si las imágenes representan violencia física o sexual, si el culpable pertenece a una organización o asociación que se dedique producir, vender, distribuir o facilitar material pornográfico de estas características, o si el responsable es ascendiente, tutor, curador, guardador, maestro o cualquier otra persona encargada del menor. Los otros dos arrestados por encubrimiento y posesión de pornografía infantil, Antonio O. M. y José C. C., han sido puestos en libertad con cargos.