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AYUDAS EUROPEAS

España tendrá dos años más de fondos para acostumbrarse a su situación de ‘acomodado’

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura3 min
Economía21-05-2005

De Europa vienen noticias para España. Una medio buena, la otra bastante perjudicial para muchos. Aunque el país tendrá dos años más para aclimatarse a su nueva situación de rico por sorpresa, algunas de sus comunidades autónomas tendrán que empezar a adaptarse antes. Hace poco más de un año que entraron los pobres en la mansión de la UE y pronto van a notarse sus efectos de adaptación.

Luxemburgo, país que preside actualmente la Unión Europea (UE), ha presentado la nueva propuesta del reparto del presupuesto de la Unión entre el 2007 y el 2013. A favor de España se sitúa la prórroga del Fondo de Cohesión, dos años, hasta 2007 y 2008. El Fondo de Cohesión es un instrumento estructural que ayuda a que las disparidades económicas y sociales de los estados miembros de la UE se igualen y se estabilicen. Lo reciben los países cuyo Producto Interior Bruto (PIB) per cápita es inferior al 90 por ciento de la media comunitaria. Hasta la última ampliación de la UE, España era uno de los países que recibía ayuda, junto con Grecia, Portugal e Irlanda. Pero con esta ampliación han llegado países más pobres y la ayuda tendrá que repartirse entre estos anteriores (menos Grecia, cuyo PIB ya se ha recuperado) más Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia. Además, como los datos de la media del PIB también cambiarán, España pronto dejará de recibirlos. Por eso se ha acogido con satisfacción el logro de prorrogar dos años la recepción de este Fondo de Cohesión, aunque no con la suficiente, puesto que desde España se pedía aún más tiempo. Estos dos años de prórroga serán, así, una especie de adaptación del país a su nueva condición de acomodado, ya que España no recibirá las ayudas en la misma cuantía que anteriormente, sino que durante estos dos años el país obtendrá un porcentaje “decreciente” del Fondo con respecto a la cantidad que reciba en el 2006. Las comunidades autónomas, las más perjudicadas Esta propuesta no es en absoluto definitiva, puesto que tendrá que ser negociada entre los ministros de Exteriores de la UE. Por ello, es bien seguro que España discutirá uno de los puntos más perjudiciales de esta nueva situación: el recorte global de otras ayudas de finalidad regional que perjudicará a algunas comunidades autónomas. El total del dinero que la Comisión Europea (CE) pretendía destinar a la política de cohesión, incluidas las ayudas regionales, era del 0,41 por ciento de la renta nacional bruta. Ahora Luxemburgo pretende rebajarla hasta el 0,37 o 0,38 por ciento. Esto supondrá que algunas regiones españolas se queden sin ayudas, ya que la mayor parte de esta cantidad se destinará a las zonas más pobres, que ahora son las del este de Europa. Así, las únicas comunidades que mantendrán sus ayudas serán Andalucía y Extremadura. Otro de los asuntos que aparecen en la propuesta de Luxemburgo es el del conocido como cheque británico. Este nombre es el que recibe el cheque que cada año recibe Londres como compensación por no beneficiarse de la Política Agraria Común (PAC). Gracias a esta cantidad, el Reino Unido ha podido saldar sus cuentas con Bruselas. Por eso, Luxemburgo solicita ahora que se congele su cuantía en el 2007 y se utilice el dinero ahorrado en otros proyectos. Esta congelación es justificada por Luxemburgo por “la reducción del gasto agrícola respecto al presupuesto de la UE, el incremento del gasto en cohesión como consecuencia de las sucesivas ampliaciones y el aumento del nivel relativo de prosperidad de Reino Unido, hasta situarse entre los más altos de la UE”.