Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

IRAQ

Aumentan las disensiones entre chiíes y suníes

Fotografía Un ciudadano iraquí trata de rescatar a una víctima de un atentado

Un ciudadano iraquí trata de rescatar a una víctima de un atentado

Por Álvaro LealTiempo de lectura2 min
Internacional22-05-2005

Alianza Unida Suní es una nueva formación recién creada para defender los intereses en la nueva constitución de este grupo minoritario. Una huelga de oración de tres días resaltó la acusación contra el Ministerio de Interior y la Organización Badr, brazo armado del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII).

La Organización Badr está actualmente bajo los servicios del Ministerio de Interior iraquí y ha sido el blanco de las inculpaciones de los grupos suníes. El ministro del Interior iraquí, el chií Bayane Baqer Soulagh, rechazó la denuncia y declaró que había decidido cooperar con todas las formaciones políticas del país para obtener informaciones necesarias en su lucha contra el terrorismo. El jefe del Comando Central Estadounidense, John Abizaid, mostró su desencanto con la falta de progresos en la situación política y de seguridad iraquíes y ve necesaria la permanencia estadounidense en Iraq. La secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, realizó un viaje relámpago al país para instar a relanzar el proceso político en el que anima que se deje participar al grupo suní. Al Queda, grupo que lidera Abu Musab al Zarqawi en Iraq, criticó las declaraciones de Rice y advirtió que serán "infieles que merecen ser asesinados" los musulmanes suníes que participen en la redacción de una nueva Constitución del país. El pasado viernes manifestaciones lideradas por el clérigo Muktada Al Sadr reunieron a más de 10.000 iraquíes en las ciudades de Nayaf, Kufa, Nasiriya y Basora, para protestar contra la ocupación norteamericana. Al Sadr exhortó a pintar banderas de EE.UU. e Israel en la entrada de las mezquitas para que fueran pisoteadas por los iraquíes. Las protestas se tornaron violentas en Nasiriya, donde 17 personas resultaron heridas. La población se queja de la situación de poblaciones como Al Quaim, en la que alrededor de 1.000 familias han sido desplazadas por las operaciones de EE.UU. Los atentados en la calle persisten en una semana en la que han muerto un diputado suní, el ex director general del Ministerio del Petróleo, un colaborador del ayatolá Alí Sistani y más de 30 civiles. Un ataque con dos bombas en Baquba, que casi costó la vida del gobernador de la provincia de Diyala, quitó la vida a otros cuatro miembros de su convoy.