MACROJUICIO
Los imputados en el juicio contra Al Qaeda niegan las acusaciones
Por Antonio Pérez Vicente2 min
España13-05-2005
El imputado Mohamed Ghaleb Kalaje desmintió las acusaciones del fiscal y afrimó que no pertenecía a ningún grupo terrorista. Además aseguró que no había transferido unos 670.000 euros desde 1996 hasta el 2001 a la banda terrorista.
De hecho, el acusado explicó que se trataba de transacciones comerciales, abonos familiares y donaciones de caridad a organizaciones humanitarias por el denominado waqf, un donativo obligatorio según el Corán. Del mismo modo, el procesado Ahmad Koshagi Kelani explicó que las transacciones a Mamoun Darkanzali eran debidas a una compra de coches en Alemania y no a sufragar la yihad. Además, otro de los acusados, Bassam Dalasi Satut, aseguró que no fotocopió revistas con propaganda terrorista para Abu Dahdah, tal y como mantiene la Fiscalía, aunque admitió que el presunto líder de la organización en España sí acudió en 1995 a su tienda en Leganés para hacer unas copias. Asimismo, otros dos de los procesados, Abdalrahman Alarnaot y Kamal Hadid Chaar negaron haber dado empleo a dos ex muyahidines. También Ousama Darra, Jasem Mahboule y Mohamed Needl Acaid (imputado por el 11-M) han negado haber estado en campos de entrenamiento para terroristas y han afirmado tanto que sus viajes a Bosnia eran por motivos laborales o humanitarios como que sus movimientos financieros a Yemen y El Líbano eran pagos a las mercancías que importaban. Needl ha profundizado en las acusaciones de la semana pasada de Kalaje y aseguró que, en sus anteriores declaraciones “no estaba en sus cabales” porque pasó frío y hambre durante su detención los días anteriores al interrogatorio. Por otra parte, la Audiencia Nacional ha rechazado la libertad a Ghasoub al Abrash Ghalyoun por los vídeos que grabó de las Torres Gemelas en EE.UU. Precisamente para conocer el proceso que se está llevando a cabo contra Al Qaeda el director del FBI, Robert S. Mueller visitó España y tuvo una reunión entre el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, con el fin de cooperar en la lucha antiterrorista. Durante más de una hora, debatieron sobre las nuevas formas de terrorismo que “obliga a los países afectados a adoptar unos cauces fluidos de información mutua”, según la Fiscalía.