MÚSICA
Cáceres se rinde a los ritmos del Womad
Por Luis Suárez Rueda2 min
Espectáculos07-05-2005
La asistencia masiva de público que ha asistido a los 24 conciertos del Womad 2005, unas 50.000 personas según la organización, han dejado muy buen sabor de boca a un festival que, si bien ha sido breve, en tan solo tres días ha gozado de una gran variedad e intensidad musical.
Un año más la ciudad de Cáceres ha acogido a uno de los festivales musicales más variopintos de la actualidad, el Womad, que este año acoge la música de más de veinte grupos procedentes de lugares tan lejanos como Grecia, Siria, Austria, Brasil, Argelia, Brasil, Senegal, Francia y, por supuesto, España. La decimocuarta edición del Womad comenzó el pasado jueves 5 de mayo con las actuaciones de los senegaleses Seckou Feita y de los franceses Les Yeux Noirs y con los talleres musicales para adultos con los que siempre cuenta este festival. Repartidos en tres escenarios –Plaza de San Jorge, Gran Teatro y Plaza Mayor- los más de 20 grupos que han actuado en el Womad 2005 iban dándose el relevo para que la música no parase durante el día en la Ciudad Monumental, hasta la medianoche. Destaca la presencia de cinco grupos extremeños sobre los escenarios de este año. La Pena Negra fue el primer grupo autóctono que actuó ante el gran público congregado y distribuido por el centro de Cáceres. El guitarrista Manu Herrera fue otro de los extremeños que junto con Diva, Dixieland Jazz Band y Luxury 54, dieron el toque de cercanía a este festival. También fue muy notoria, quizá la más relevante, la actuación de la cantaora flamenca Carmen Linares, cuyo duende encandiló a los asistentes al Gran Teatro, donde actuó. Buen flamenco también se escuchó en la Plaza de San Jorge, donde el grupo Palo Flamenco fusionó con maestría el peculiar sonido percusionista de la txalaparta con el cante flamenco y gitano. El cartel de este año, uno de los más impresionantes de la larga vida de este festival, se completó con la actuación del grupo Yelema, procedente de Costa de Marfil, y dejó manifiesto de que esta nueva edición es una vuelta a los orígenes del Womad, tanto en formato, como en música y escenarios. Los pasacalles coloristas, los talleres para adultos, la buena organización y el gran esmero puestos por los propios comerciantes cacereños ha hecho de esta edición una de las mejores que se recuerdan. El Womad finalizó el pasado 7 de mayo dejando bien claro que sigue vivo y puede continuar con fuerza muchas ediciones más, a pesar de que se haya cuestionado en numerosas ocasiones su continuidad.