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EUROLIGA

Fiascos en la Copa Saporta

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes03-05-2001

El Maroussi griego, un equipo sin grandes aspiraciones, al que el Pamesa Valencia derrotó en la liguilla, se alzó contra todo pronóstico con la Copa Saporta, al derrotar en la final al Chalon. El conjunto francés acabó con las esperanzas del Pamesa en las semifinales, cuando mejor lo podía tener para repetir la final de la temporada 1998/1999, en la que se tropezó con el Benetton de Treviso en Zaragoza.

El Pamesa comenzó con fuerza la temporada, aunque le costó cogerle el aire al grupo A, el más competitivo. Tuvo un comienzo titubeante que le costó algunos apuros a los de Luis Casimiro para terminar líder la primera liguilla, en la que le correspondió el grupo más competitivo, junto con el Maroussi griego –colíder–, el Chalon francés, el Hapoel Galil israelí, el Pinar Karsiyaka turco y el Pivovarna esloveno. La buena prestación de su pareja de extranjeros durante toda la temporada –Bernard Hopkins y Derrick Alston–, no la mantuvieron los Nacho Rodilla, Víctor Luengo o Berni Álvarez, cuyo rendimiento decayó en la última parte de la temporada, y el equipo valenciano se desinfló estrepitosamente. Con todo, aún tuvo tiempo el equipo que entrena Luis Casimiro de arrollar en octavos al Besiktas turco (81-66 y 107-90) y al Keravnos de Chipre (74-69 y 101-53). Sin embargo, un conjunto compacto como el Chalon francés, que supo frenar a la pareja de americanos del Pamesa, los dejó en evidencia, aunque los marcadores fueron muy apretados (63-66 y 69-72). Pero el Pamesa aspiraba a llegar al menos hasta la final, como hizo la temporada anterior, donde ganó al Chalon en octavos de final y cayó en cuartos contra el finalista de la actual Euroliga, el Kinder Bolonia. Caja San Fernando El conjunto sevillano no enmendó en la Saporta una temporada más que gris en la Liga ACB. Los problemas con Javier Imbroda afectaron al rendimiento del equipo, que cosechó más derrotas que victorias en la liguilla del grupo C, contra el Keravnos chipriota, el Telekom alemán, el Estrella Roja yugoslavo, el Sakalai lituano y el Racing de París francés. Sólo una carambola en un cuádruple empate le permitió acabar en cuarto lugar, por el basket average a favor con los franceses y los lituanos. La victoria en la ida de los octavos de final contra el Wloclawek polaco (69-67) fue sólo un canto del cisne, porque en la vuelta el Caja San Fernando cayó derrotado por cinco puntos (70-65): un fracaso sin paliativos para un conjunto que comenzó la temporada con el objetivo de ser campeón.