BENEDICTO XVI

¬Salvador de ovejas perdidas¬ y ¬pescador de hombres¬

Por Elena R. Blázquez3 min

Sociedad24-04-2005

En la ceremonia de su entronización como Papa, Benedicto XVI recibió el palio -confeccionado con lana pura- con el encargo de "apacentar los corderos" de la Iglesia. Después le fue impuesto el anillo del Pescador -que por primera vez muestra la imagen de Pedro pescador- para que "tienda las redes que mantengan unidos a los cristianos".

El pontífice explicó el significado de estos símbolos durante la homilía de la misa de su entronización el pasado domingo día 24 de abril, en la que además aludió a su "programa de gobierno", basado fundamentalmente en cumplir la voluntad de Dios y velar por la unidad de los cristianos. A ellos les exhortó que abran las puertas a Cristo sin temor. El discurso buscaba romper con la imagen de conservadurismo y cierre ante la modernidad que precede a Benedicto XVI. Quizá también por esta razón se introdujo una novedad en la ceremonia. Durante la representación de las órdenes de los cardenales y los demás miembros de la Iglesia, se incluyó por primera vez a los laicos: un matrimonio coreano acompañado de su hijo y dos jóvenes. Lo que no estuvo presente en el acto fue el escudo del nuevo Papa, que estará compuesto por dos figuras humanas, dos conchas y un oso. El Santo Padre recibió a las delegaciones oficiales que intervinieron en la ceremonia de inauguración del pontificado, que tuvo lugar después de la Eucaristía. La entronización fue el final de una semana caracterizada por los múltiples actos de Benedicto XVI como nueva cabeza de la Iglesia. Al día siguiente de su nombramiento, el Papa ofició su primera misa, en la que se comprometió a seguir con el trazado del Concilio Vaticano II y ya anunció su intención de luchar por la reconciliación de los cristianos. SODANO,SECRETARIO DE ESTADO Después hizo varias visitas: a la Congregación para la Doctrina de la Fe, al Palacio Apostólico -del que quitó los sellos- y a su antiguo apartamento cercano a la plaza de San Pedro. En la residencia de Santa Marta, en la que se aloja actualmente, invitó a almorzar a algunos colaboradores de la Curia romana. Menos ajetreado fue el jueves, día en que nombró "hasta nueva orden" al cardenal Angelo Sodano secretario de Estado. Además confirmó en su cargo a los cardenales, arzobispos jefes de los dicasterios de la Curia romana y al presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Sin embargo, queda vacante el puesto de precepto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El siguiente anuncio público de Benedicto XVI fue la petición de ayuda de todos los cardenales presentes en Roma para desarrollar su pontificado con "abnegación interior, sencillez y disponibilidad", durante el encuentro que tuvo lugar el viernes 22 de abril. Al día siguiente, en otro encuentro que mantuvo con los periodistas agradeció su trabajo a la prensa. Dos mil comunicadores escucharon su deseo de proseguir un "afectuoso diálogo" con los medios, a los considera un "estímulo" para la Iglesia. Pero el acto terminó en monólogo ya que no dio opción a la formulación de preguntas y olvidándose del castellano. Después de su entronización, la agenda del nuevo Papa marca una cita el lunes 25 de abril, a las 18,30, en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma, en una visita de Benedicto XVI a la tumba del apóstol Pablo para "expresar el lazo inseparable de la Iglesia de Roma con el apóstol de las gentes junto al pescador de Galilea".